No es querer sino poder. Cada deportista colombiano no va a hacer milagros. De referencia hay marcas regionales y mundiales y de acuerdo con ellas y las participaciones de nuestros deportistas en los eventos nacionales, regionales y mundiales y con sus propias marcas es que se presupuesta hasta dónde pueden llegar.

La mayoría va a mejorar sus registros personales y seguir acumulando experiencia. Hay unos pocos que por su evolución y talento están en capacidad de pelear medallas. ¿Por qué? Porque sus registros en las competencias internacionales así lo confirman. Poco a poco han ido mejorando hasta alcanzar niveles ideales. Esta élite son cuatro o cinco, nada más.

En el deporte de alta competencia no hay milagros, hay una preparación rigurosa de muchos años. De cada 1.000 deportistas sale uno de élite y éste continúa preparándose en un Centro de alto rendimiento. Por eso, se esperan 4 o 5 medallas, nada más. Y así se revienten, no pueden ni saltar más, ni correr más, ni tener más fuerza de la que han conseguido a través de muchos meses de entrenamiento.

A los Olímpicos no se va a soñar sino a mostrar lo conseguido. En este momento ya mejoramos lo hecho en las dos citas olímpicas recientes, y se esperan al menos dos más (Pajón e Ibargüen) y quizás un par más por cuenta del ciclismo de pista o del atletismo, y esto es un logro fenomenal.

Brasil, por ejemplo, que es una potencia regional, con un proceso de muchos años, consiguió 12 medallas en Sidney, 10 en Atenas y 15 en Beijing. De los juegos de Barcelona hacia atrás, lo máximo que consiguió fue 8 en Los Angeles, de resto no pasaban de 3 o 4. Fue el esfuerzo de muchas olimpíadas para sobrepasar las 10.

Para llegar a las diez medallas, quizás se pueda hacer para los próximos olímpicos, ahora que se le ha puesto tanto dinero y esfuerzo por parte del gobierno y la empresa privada. Todo es un proceso largo y riguroso y estamos haciéndolo bien.