NO FIGURA ENTRE LAS 206 COLGADAS EN LA CALLE REGENT
Con puntualidad y eficiencia británica. Así había vendido el Comité Organizador que serían estos Juegos dada la dilatada experiencia que tiene la ciudad en este tipo de eventos, pero varios incidentes en estos primeros días, antes incluso de la ceremonia de inauguración, han sembrado ciertas dudas sobre la eficacia de la organización inglesa.
El incidente diplomático que se produjo el miércoles en un encuentro de fútbol femenino, cuando se presentó al equipo de Corea del Norte con la bandera de Corea del Sur, ha necesitado de las disculpas del primer ministro británico, David Cameron. "Fue un error involuntario", ha reconocido en rueda de prensa. "Nos hemos disculpado y nos aseguraremos de que no vuelva a ocurrir algo así. Fue algo desafortunado".
Pero las críticas no han acabado ahí y ya son varios países los que, más allá de problemas en los transportes, han mostrado su disconformidad con cierta logística de los Juegos que amenaza con nuevos incidentes diplomáticos. El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Konstantín Grischenko, se ha puesto en contacto con la embajada del país en Londres para que modifiquen ciertos datos biográficos erróneos de sus deportistas. Los organizadores han atribuido a Rusia ciudades y regiones de Ucrania donde han nacido algunos de los atletas.
Y la desaparición de una bandera taiwanesa colgada entre las del resto de equipos participantes en los Juegos ha desatado las críticas en Taiwán. Los estudiantes de este país que residen en Londres han colgado sus banderas en los balcones a modo de protesta y desde la embajada también se ha presentado una queja formal.
Lo cierto es que, a tan sólo unas horas de la ceremonia de inauguración, los Juegos han despertado sensaciones contradictorias, entre la expectación habitual que despierta el mayor evento deportivo del mundo y las críticas al Comité Organizador. Eso sí, la propia competición se encargará de deshacer estos 'conflictos'... a partir del sábado.