La policía cumplió con su deber, Lord Mago, y nada se les puede reprochar. Pero el meollo del asunto es otro. Se recuperó el dominio del cerro Berlín, es cierto, ¿y? El problema sigue igual o quizás peor porque los indígenas comienzan a mirar a policías y soldados ya no como intrusos sino como enemigos.

La situación es muy compleja y se requiere de cabeza fría para solucionarla. El gobierno nombró a Aurelio Iragorri Valencia, asesor presidencial para asuntos políticos, como mediador. No es lo deseable porque era preferible un tercero neutral, pero bueno, es mejor que nada.

La solución con los indígenas es política y no militar o policiva. Ahora que las cosas volvieron al estado de antes, se requiere mucha habilidad y paciencia. Los indígenas no son el enemigo. Hay que sabérselos ganar.