Yo creo que esto nada tiene que ver con el presente. De España heredamos muchas cosas, empezando por el idioma y, respecto a las corridas de toros, de allí proviene la tradición que, con el correr de los años, comenzó a ser parte de nuestra cultura que igual tiene raíces africanas e indígenas.

Eran otros tiempos. Hoy, en una sociedad donde la violencia se volvió parte de nuestra idiosincrasia, la tauromaquia refuerza este anti valor y es por eso que debe ser proscrita.

En este caso la Corte Constitucional se lavó las manos y aunque permitió la continuación de las corridas de toros advirtió que estas no le pueden causar sufrimiento al animal. Falta ver qué debe entenderse por "sufrimiento", porque el castigo que se le causa al toro en las corridas con las banderillas y la pica va más allá del sufrimiento y se constituye en tortura.

También se resalta que no deben utilizarse fondos públicos para la construcción de plazas de toros, de donde se desprende que tampoco deberían utilizarse dichos bienes para que se realicen las corridas. Significa, entonces, que la decisión del alcalde de Bogotá de rescindir el contrato con la Corporación taurina sobre el pre´stamo de la Plaza de Toros de Santamaría es correcto.

Si quieren que haya corridas y que estás no le causen sufrimiento a los toros, los aficionados deberán construir sus propias plazas y asegurarse de que la corrida respete el mandato de la Corte Constitucional.

Mejor dicho. la agonía de este espectáculo macabro comenzó y sólo es cuestión de tiempo para que quede como un recuerdo ingrato de nuestra historia.