Respuesta: El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones Me acordé que cuando el presidente anterior tuvo a su disposición los dineros incautados de las caletas del narcotráfico, se le ocurrió decir básicamente lo mismo: "casas gratis para los necesitados". Ese sólo anuncio provocó que gente que vivía en corregimientos, pueblos y ciudades menos favorecidas se vinieran a Cali, una de las ciudades donde se encontraron algunas de dichas caletas, y se asentaran en una franja marginal del oriente de la ciudad para esperar a ser favorecidos con una casa gratis. Consecuencia: creció el cinturón de pobresa en la ciudad con el sólo anuncio.
Por otro lado, regalar no garantiza que la condición de pobreza e inequidad sea superada (en algo ayuda, pero a largo plazo puede traer consecuencias contrarias). A corto plazo la satisfacción de la poseción de un espacio propio se reflejará en la gratitud hacia los "bienhechores", generando un sentimiento de deuda entre los favorecidos. Aquí cabe el refran "es mejor enseñar a pescar que regalar el pescado". Es mejor hacer un planeamiento urbano-social y no sólo de infraestructura urbana.
Además, en la idiosincracia colombiana está implantado el "lo que no nos cuesta volvamoslo fiesta" |