Lo malo, OoOops, para los rivales de Pelé es que debutó a los 17 años en el Mundial de Suecia y deslumbró al mundo, ganando su primera corona orbital. Luego, apenas con 21 años, ya había ganado dos mundiales y a los 29 no sólo tenía tres mundiales a cuestas, sino que integró la mejor selección de todos los tiempos, Brasil 70, una maravillosa máquina que con un 4-2-4 demolió a todos los rivales y deslumbró con su talento atrás, en el medio y adelante.

Ahí está la diferencia.