Le dice la dueña de casa a la mucama:
- No sabés, acabo de enterarme que el sinverguenza de mi marido sale todos los días con su secretaria.
- ¡No lo creo señora! Usted me lo dice para darme celos…

En la oficina, un compañero de trabajo se dio cuenta que otro compañero, que siempre había sido conservador en su comportamiento, estaba usando aritos, y le pregunta:
- No sabía que estabas en esa onda.
Y él le contesta:
- Bueno, no es gran cosa, son sólo unos aritos.
- ¿Y desde cuando vos usás aritos?
- ¡¡¡¡Desde que mi mujer encontró uno en mi auto!!!

- Mi mujer se ha escapado con mi mejor amigo. – ¿Con tu mejor amigo? ¿Quien es?
- No sé, pero quienquiera que sea, desde ahora es mi mejor amigo.

- Papá, papá… ¿es cierto que en la China antigua los hombres no conocían a sus esposas hasta después de haberse casado?
- Hijo mío, eso ha pasado siempre y en todas partes.