Bueno, al parecer el Canal Capital no andaba tan descaminado cuando denunció la existencia de correos entre militares retirados abogando por un golpe de estado. Ya apareció uno de los protagonistas, un general retirado que habló para Noticias Uno.

Pues si estaba descaminado (por utilizar su término) pues en ninguna parte se hace planes o estrategias para desarrollar un golpe de estado. Además, no se trata de militares activos, por lo que no se puede hablar ni siquiera de ruido de sables.

Si bien es cierto que los militares retirados siguen gozando de una gran estima por parte de los uniformados y las instituciones militares y de policía, ellos ya no están en la línea de mando y ya no tienen jerarquía dentro de los estamentos militares.

Como se ha visto desde hace tiempo, algunos militares retirados ven a Colombia desde el punto de vista militar y no desde las instituciones que juraron defender y piensan que cualquier solución a los problemas del país se resuelve por la vía de las armas.

No sé a que tiempo usted se refiere, puesto que la tradición civilista de este país no ha tenido interrupciones desde el tiempo de Rojas Pinilla, es decir, desde la década del 50 del siglo pasado.

Este es el resultado del protagonismo excesivo que tuvieron durante el gobierno de Alvaro Uribe, donde se les puso por encima de la ley y las instituciones, señaladas como obstáculos que ponían los civiles para impedirles defender la Patria personal que llevan bajo el quepis y las charreteras.

En el tiempo del gobierno de Uribe no tuvieron un protagonismo político, si a eso se refiere. el protagonismo que tuvieron en ese tiempo fue únicamente el que se deseaba y se necesitaba para arrancarle el país de las manos de los terroristas, entregado, muy amablemente, por el héroe Andresito. Además, nunca se ha pretendido que el militar o el policía estén por encima de la ley.

Como claramente se lee, la solución es remover al que no les gusta y poner al que sí les gusta. Olvidan los militares que son un herramienta del Estado de derecho y nada más, subordinados al poder civil, cuyas órdenes deben acatar, sin derecho a deliberar o cuestionar.

Esto se produce en el momento en que quieren que sus crímenes, todos sus crímenes sólo sean conocidos por la justicia penal militar, como en el pasado, cubriendo con un manto de impunidad sus acciones delictivas, como sucedió en la época del Estatuto de Seguridad de Turbay Ayala.

No quieren seguir en manos de la ley que, con valentía aplican los jueces civiles, como en el caso del general Arias Cabrales o el coronel Plazas Alcid, ni que se continúen destapando sus monstruosos crímenes como las ejecuciones extrajudiciales prohijados por un modelo de sociedad donde las armas reemplazan las leyes.

Como abogado que es, Usted sabe que la afirmación que está haciendo es falsa. En ningún momento, la justicia penal militar ha cobijado todos los delitos que puede cometer un militar o un policía y ellos no pretenden eso. Siempre los delitos que no han sido dentro de la prestación del servicio o por razón de él, han sido juzgados por la justicia ordinaria. Que yo sepa, los falsos positivos NO los ha juzgado la justicia penal militar y, todavía no se aplica la reforma a la justicia.


Sólo basta con escuchar y leer a estos uniformados retirados para pensar qué clase de militares son los que se están formando en los cuarteles y en qué peilgro se encuentra la democracia colombiana por cuenta de estos discursos guerreristas, impulsados por quien torció la Constitución y las leyes en su propio beneficio.

No he escuchado ningún discurso guerrerista. Al contrario, todas las asociaciones de militares y policías retirados, han sido claras y enfáticas al afirmar su apoyo a Santos. Su mismo aporte lo confirma.