Dos datos curiosos sobre el atentado a Fernando Londoño. En los días inmediatamente anteriores al ataque terrorista unos individuos se metieron al parqueadero del edificio donde él reside y se robaron tres carros. Aunque ninguno era de él, la modalidad, la audacia y la magnitud de un robo de esa naturaleza en un prestigioso edificio del norte de Bogotá desconcertó tanto a los inquilinos como a las autoridades. Y el otro dato que no ha pasado inadvertido es que el doctor Londoño, por ser una persona amenazada, contaba con una escolta profesional importante compuesta por 18 personas y dos carros, lo que hacía pensar que era poco probable que alguien se atreviera a lo que efectivamente sucedió.