La tela apretaba sutilmente un cuerpo embriagado de invitación.
Su media silueta brillaba entre las sombras.
La incertidumbre amenazaba cada asomo de permanencia.
Todas las verdades estrellaron contra la pared, el sentimiento de alegría se transformó en una amarga tristeza.
Los temores devoraron todo a su paso.
El desenlace dejo un hondo hueco en los corazones.
El simple recuerdo no es suficiente para borrar el mal hecho entre las almas y los cuerpos.
La honestidad nos trato mal, nos revolco, ensucio y finalmente nos devolvió a la vida sin nada mas que el amor que nos profesabamos.
Finalmente nos quedamos solos y sin nada.