Bueno, antes que nada muchas gracias por sus buenos comentarios, y me alegra saber que el relato sobre mi primera experiencia les haya gustado.

Y bueno, ya que les gustó tanto, seguiré con esta serie de experiencias que he decidido iniciar, dudé mucho en contarlas, pero después de ver el grupo que a pulso y con respeto ya formamos y consolidamos acá en la comunidad, me decidí a hacerlo.

Ahora si, entremos en materia.

Luego de esa deliciosa experiencia inicial con Carolina, pasó un buen tiempo antes de repetir.

Luego de haber dado ese primer paso, haber vencido el tabú existente alrededor de las trannys y terminar los estudios que realizaba en Barranquilla, para diciembre de 2003 regresé a Cartagena.

Volví con una sola idea en la mente: Encontrar a aquella tranny que a finales del año 2000 había conocido (de ella ya hablé a principios de este topic), aquella nena que se hacía llamar "Marcela" y que se rebuscaba la vida en las calles de Bocagrande y el Laguito junto con muchas prostitutas mujeres que por ese entonces, deambulaban por esos sectores.

Pues bien, mi regreso a Cartagena por ese lado fué algo decepcionante, ya que no la encontré, y eso en parte hizo que ese deseo de tranny se calmara y en cierto modo, hasta se "durmiera". Pero por otro lado fue fructífero, ya que en una de esas salidas al bajo mundo, conocí a una linda paisita en un bar llamado "Dolce Vitta", con quien pase momentos realmente especiales y deliciosos, lo cual es otro tema que nada tiene que ver con el mundo tranny.


Al cabo de mes y medio, durante el mes de enero de 2004 me enviaron a trabajar al Valle del Cauca. Allá la cosa cambió radicalmente, pues Cali no solo es una ciudad llena de hermosas mujeres, si no que también es cuna de trannys muy bellas, voluptuosas y femeninas.

Allá conocí a una flaca bastante simpatica, el nombre no lo recuerdo muy bien, creo que se llamaba Laura, pero no estoy seguro. Eso fue mas o menos para agosto o septiembre de 2004.

Al igual que Carolina, la contacte por los clasificados del periódico local. La llame y cuadramos cita, la cual, casualmente fue un jueves también, pero esta vez en la tarde.

Llegué a su casa pasadas las 3pm, hacía un sol abrasador. Ella vivía en el barrio la Riviera. Llegue a la dirección indicada, un primer piso, toqué el timbre, y escuche un taconeo, luego una voz bastante particular preguntó quien era. Le respondí y abrió.

Vi a una flaca trigueña (el color de piel es mas o menos parecido al de Amy, la ladyboy que hemos visto por aca), como de 1,70 de estatura, tacones altos, y un trajecito como vestido de baño de dos piezas (brassier y cachetero) de color rosadito.

Me recibió con un beso en la mejilla y me invitó a seguir a su cuarto. Pero en ese momento me dijo que la esperara, pues tenía ganas de "hacer chichí", entonces entro al baño social que había en el primer piso y se sento a orinar como toda una señorita, y dejo la puerta abierta para que yo la mirara... me dió un morbo horrible verla allí sentada mientras escuchaba el chorro de orina caer en el sanitario.

Se limpió y seguimos hasta su cuarto, empezamos a acariciarnos y yo ya estaba como un riel, pues así quedé luego de haberla visto sentada orinando como una nenita... Ella lo tocaba por encima del pantalón y se apresuró a desnudarme. Me quitó la ropa dejándome solo en interiores, mientras yo le quite el brassier y vi sus pequeñas teticas en hormonas, con un pezoncito grande, hinchado color cafe oscuro.

Ella se recosto sobre mi sobando sus nalguitas en mi paquete, el cual estaba que reventaba los boxers que vestía. Yo le acariciaba los pechitos, su pequeña cintura, y su paquetico, el cual ya empezaba a levantarse de a pocos.

Nos recostamos en la cama y empezamos a besarnos, ya en ese momento ella me quitó el boxer y yo hice propio con el cacheterito que llevaba puesto, debajo tenía una diminuta tanga... eso me causó una excitación mayor, pues se le veía mejor el paquete, aparte de que ya tenía una erección considerable.

Le quite la tanga y empece a acariciar su clitoris mientras ella me daba una buena mamada, me pidió que me pusiera de pie en la cama, y ella, arrodillada ahí mismo en la cama, lo siguió mamando de manera apasionada... yo creo que donde me lo chupe 5 minutos mas le exploto en la boca.

Dejo entonces de mamarlo y me puso el condón, seguimos acariciándonos y besándonos, luego se puso bocarriba y levantando sus piernas me ofreció su culito ya lubricado con crema. Le puse la punta en la entrada y empecé a empujar, ella daba unos gemidos de dolor y me pedía que se lo metiera despacio, que le dolía, seguí sus indicaciones y lentamente la taladré hasta que entro toda. Nos quedamos quietos un instante, mientras ella se acoplaba a mi pene, y empece a bombearle, primero muy despacio, su culito era bastante apretado, ella empezó a gemir bastante fuerte, la verdad no creo que haya sido sobreactuado, la cara de placer que tenía, los gestos que hacía no solo con la cara si no con el cuerpo, me demostraban que estaba disfrutando la clavada que le daba.

Le seguí dando, ahora mas rapido, mientras que le acariciaba su clitoris ya erecto, para mi fué una sensación extraña masturbarla mientras la clavaba, pero para que lo voy a negar, ese cuadro tan "bizarro" para mi mente, me excitaba mas y mas... Continué dandole a un ritmo acelerado hasta que senti que mi orgasmo se acercaba, y justamente cuando empezo mi descarga, ella hizo lo propio, eyaculando unos pequeños chorros sobre su pubis. Fue muy excitante sentir las contracciones de mi pene con las de su ano durante ese orgamo.

Me levanté de la cama, fuí al baño, me quité el condón y lo boté, me lave el pene, me vestí, le pague y salí de allí. Esta vez casi no hubo charla entre los dos, no hubo todo ese preambulo que viví con Carolina, quizás por que ya no era necesario para mi por no ser "primerizo", o quizás ella no tenía esa "mentalidad" ni esa forma de ser cariñosa y dulce como Carolina, pero, aunque fue un polvo mas bien corto, fué lo suficientemente bueno como para repetir un par de veces mas, antes de perderle el rastro.