En un primer vistazo, ninguna de estas comidas va a abrirte el apetito. Sin embargo, son muy populares en algunas regiones del mundo. Y por buenos motivos.
A continuación, cinco alimentos raros que tenés que animarte a probar, al menos una vez en tu vida.
Ojos de atún: Con su consistencia grasosa y gelatinosa, son uno de los manjares más finos del mundo. En Japón, donde al parecer soportan sin problemas que su cena los mire fijamente, los comen fritos con ajo y salsa de soja.
Murciélago frito: Muy consumido en el sudeste asiático, este plato se sirve junto a una salsa tailandesa, pero como es tan crujiente y rico, hay gente que come los pedazos con las manos sin acompañamiento. Su sabor es similar al del pollo frito.
Pene de buey: Mientras que en algunos lugares este alimento se vende como snack para perros, en el Lejano Oriente es una comida común y corriente. Su sabor se parece al de los mariscos fritos y también se puede comer crudo.
Tarántulas fritas: En Camboya, las arañas fritas son un aperitivo popular bastante sabroso. Las venden en grandes bandejas en la calle y se pueden comer con o sin las patas; se puede comprar sólo el “saco”, donde están el corazón y los huevos.
Kopi Luwak: Producido en Indonesia, son granos de café que fueron digeridos por un mamífero de la zona. Es conocido por su intenso aroma y su delicioso sabor. Eso sí, no sólo hay que atreverse a tomarlo, sino también a pagarlo: sale U$S 79 la taza.