Por años, Bonnie Klapper cazó capos. Ahora, armó oficina con un exagente y les ofrece asesoría.
La abogada neoyorquina Bonnie Klapper fue hasta hace tres meses pieza clave de la política antimafia de Estados Unidos.
Su oficina, ubicada en el Bronx, estaba tapizada con fotos de varios capos que cazó en operaciones encubiertas o en procesos de sometimiento, en su rol de fiscal adjunta.
Ella selló decenas de negociaciones con mafiosos, que obtuvieron rebajas de penas a cambio de colaboración. Y planeó y participó, durante casi tres décadas, en grandes golpes a carteles mexicanos y colombianos.
Diego Montoya, alias 'don Diego'; Hernando Gómez, 'Rasguño'; Juan Carlos Ramírez, 'Chupeta'; Arcángel Henao, 'el Mocho', y Carlos Patiño, 'Patemuro', hacen parte de su galería personal de positivos que le valieron el reconocimiento de los últimos tres gobiernos de EE. UU. y el apodo de 'Fiscal de hierro'.
Pero, esa misma mujer, menuda, de 55 años, ojos claros, familia judía y temperamento recio, decidió literalmente cambiar de bando. El jueves, llegó a la cárcel La Picota de Bogotá, en un carro blindado y con un séquito de escoltas, como asesora de narcos.
Su paquete de servicios incluye el apoyo y la experiencia de Romedio Viola, jubilado de la agencia antimafia ICE, que la acompañó por 15 años en operativos contra poderosos carteles colombianos.
La metamorfosis
Y aunque nadie confirma sus honorarios, su primer potencial cliente, el señalado narco Andrés Arroyave, 'la Máquina', comentó con reclusos del bloque Pass 2B de La Picota -en donde hace tres días se entrevistó con ella por cinco horas- que su caso valdría 2 millones de dólares.
"Bonnie no tiene necesidad de cobrar esa tarifa -dice uno de sus amigos-. Su esposo es un empresario adinerado que importa mercancía de China y vive bien con sus dos hijos".
Fuentes de la DEA están extrañadas con el viraje de la exfiscal. Y si bien la califican como vertical e íntegra, aclaran que desde diciembre no tiene nada que ver con su gobierno y sus investigaciones.
Uno de sus compañeros en la Fiscalía explicó que, con el cambio de administración, hubo diferencias en la aplicación del plan de beneficios para narcos, revelado en el 2000 por EL TIEMPO. De hecho, antes de que Klapper decidiera irse voluntariamente, se habló de que iba a ser movida.
"Se creía la princesa. Armó una pirámide de narcotraficantes y abogados colaboradores, a quienes favorecía con bajas sentencias. Pero era implacable con quienes no estaban en su 'club'", dijo un reputado abogado neoyorquino.
Agregó que autoridades colombianas no le perdonan haber ubicado a Maximiliano Bonilla, 'Valenciano', jefe de la 'oficina de Envigado', y haberlo dejado en libertad, para que le entregara narcos. 'Valenciano' se burló de Klapper y siguió delinquiendo y ordenando crímenes hasta hace 5 meses cuando lo capturaron.
Por esa misma época Klapper, que estaba tras la pista de uniformados colombianos permeados por la mafia, decidió entregar su placa y montar su oficina con Viola.
Hace poco fue contactada por Joel Denaro, abogado de bajo perfil que ha llevado procesos de capos de poca monta. De hecho, como fiscal, Klapper estuvo a cargo de uno de ellos: el de Jaime Blanco, lugarteniente de 'Rasguño'.
Y fue Denaro quien la trajo a Colombia para que evaluara el caso de 'la Máquina', próximo a ser extraditado. Klapper también tuvo el viernes un fugaz encuentro con abogados colombianos de la organización de 'los Comba'.
No se descarta que abra oficina en Bogotá para atender a la clientela que antes cazaba con placa de fiscal.
Los 'trofeos' de Klapper
1. Hernando Gómez
Alias 'Rasguño', capo del norte del Valle. Klapper lo persiguió por años. Aceptó cargos en EE. UU. y hoy colabora con la justicia.
2. Diego Montoya Sánchez
Alias 'don Diego'. Heredó el cartel del norte del Valle. En el 2007 fue capturado en Colombia y hoy purga 45 años de cárcel en EE.UU.
3. Carlos Ramírez Abadía
'Chupeta', capo de Cali, cayó en Brasil y está preso en EE. UU. Se rastrea a exfuncionarios de la Fiscalía de Bogotá por alterar su expediente