El aleteo en flor, grácil primor
de una mariposa, se asemeja
al éxtasis que surge en la pareja
al saborear el néctar del amor.
Ni el más bello verso en su esplendor
iguala a tan sublime candileja
ni a la caricia tan tierna y bermeja
que llena el universo de candor.
Que gran caudal de miel el amor vierte,
queda el alma feraz con su crecida,
tanto crece, que ahoga a la muerte,
es el preciso instante en que se funden
música, verso, verbo, danza y vida,
y entre luz y espacio... se confunden.
San Pedro del Norte, Paiwas, RAAS, Nicaragua, Febrero 25 de 2012.