Los enfrentamientos entre distintos grupos armados en Libia, registrados a finales de marzo, se han recrudecido, con el empleo de carros de combate, proyectiles de mortero y cañones de gran calibre. Así lo han advertido los ingenieros y médicos extranjeros que trabajan en el oeste del país.

Los testigos atribuyen los enfrentamientos a ciertas contradicciones interétnicas, desatadas entre los bereberes y los árabes que forman los dos grupos principales de población tras el derrocamiento del coronel Muammar Gaddafi. Así, las milicias formadas por los bereberes de la ciudad de Zuwara (situada a 120 km. de Trípoli) llevan a cabo combates contra los grupos armados procedentes de los contiguos asentamientos árabes de Regdalin y Al Jumail.

Según revelaron los especialistas extranjeros, contratados por las autoridades libias, la situación en la región Tripolitana se hace cada día más complicada. “Los fuertes estallidos y el trueno producido por los proyectiles se oyen en los poblados vecinos, situados a decenas de kilómetros de Zuwara”, dijo uno de ellos a un reportero de la agencia ITAR-TASS.

Desde que comenzó este lunes el enfrentamiento abierto en la región, han muerto en los combates al menos veinte personas. El número exacto de las víctimas no se puede calcular, debido a los incesantes tiroteos entre las partes beligerantes.

Con motivo de los enfrentamientos, el Consejo Nacional de Transición libio declaró tres áreas al oeste de Trípoli como ‘zonas militares cerradas’. Zuwara y los poblados Regdalin y Al Jumail integran una de esas zonas.