Los hechos lamentables ocurridos en Tunja y Bogotá, con muertos de por medio, plantea de nuevo la polémica sobre la infiltración subversiva a las universidades, sus causas y sus remedios.
Dado que los movimientos subversivos han perdido protagonismo en el sector rural con la ofensiva del ejército, regresan a las viejas tácticas de terrorismo aislado para provocar en la gente la sensación de fuerza que en la realidad están perdiendo.
Las ciudades son el escenario ideal y se apoyan en las milicias urbanas, creando células pequeñas en barrios populares y establecimientos educativos. Dado el poco apoyo que pueden brindarles, las células se forman con milicianos novatos que cumplen sus tareas con medios artesanales.
Sin explosivos sofisticados como el C4 o instructores avezados en el tema, deben acudir a mezclas químicas e información básica proporcionada por Internet que, por su desconocimiento en la manipulación, ocasiona terribles accidentes.
Sin embargo, el que sus integrantes sean en algunos casos estudiantes no pueda ser un pretexto para satanizar el movimiento estudiantil que, en su gran mayoría, rechaza este tipo de violencia, ni tampoco para que las universidades sean infiltradas por las fuerzas de seguridad del Estado.
Las universidades son un escenario de discusión sobre el país y debe seguir siéndolo así, porque esa es una de sus funciones al estar preparando a sus futuros líderes. De ahí que una de las premisas fundamentales de su existencia sea su autonomía, para propiciar la libre discusión de las ideas.
Ni terroristas ni agentes del Estado deben permitirse en las aulas universitarias. Es la misma comunidad estudiantil la que debe efectuar los correctivos necesarios para expulsar a los violentos de sus aulas, defendiendo el derecho a la libre expresión pero por métodos pacíficos.
De todas formas debe quedar claro que estas expresiones fanáticas e intolerantes de simpatizantes de la lucha armada son marginales y como tal deben ser tratadas, colaborando con las autoridades, pero sin intromisión de éstas en la vida estudiantil.
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