Al ver que Andrea me lo estaba mamando, se puso de pie, sacó su pene y se puso al lado de Claudia, ella lo agarró y primero lo acarició un rato y luego se lo metió a la boca y empezó a hacerle una gran mamada. Se lo metía totalmente a la boca, cosa que Andrea nunca ha hecho, siempre se mete solo la mitad, Claudia devoraba por completo el miembro de mi hermano, que era casi del mismo tamaño que el mio, no despreciables 17 cms.
Le dije a Andrea que la quería desnudar toda y comérmela allí mismo pero se cortó y me dijo que fuéramos al cuarto, que no era bueno hacerlo delante de ellos, al ver que ellos estaban en plena sesión de sexo oral, se río, se puso de pie y propuso ir hacia el cuarto.
Inmediatamente Claudia y Diego se incorporaron y nos dijeron que no nos fuéramos a dormir, que siguiéramos bailando y bebiendo. Andrea le dijo a Claudia que le prestara una pijama y ambas entraron al cuarto de ellos.
Mi hermano me preguntó que hasta donde quería llegar, le dije que hasta donde Andrea quisiera, que quería hacer el amor allí en frente de ellos, me dijo que Andrea estaba muy buena, que como me había parecido Claudia, le contesté que tenía unas tetas muy ricas, que quería verle el culo y la cuquita. Estábamos en esas cuando las chicas salieron del cuarto, Andrea un short bastante pequeño y una blusita de tiras que apenas tapaba sus senos, se veía que no traía puesto nada debajo.
Claudia con un top totalmente transparente que dejaba ver todos sus senos, y la tanga blanca que traía puesta anteriormente, mi pene no cabía ya dentro del pantalón, quería salirse de una.
Cada una cogió a su pareja y nos pusimos a bailar. En la mitad de la canción no aguante más y saqué mi herramienta y se sobé a mi esposa en su barriga y su pelvis, al tiempo que la besaba y le quitaba la blusa, le dije que me la quería comer…” espérate un momento, bailemos otro rato”
Se acabó la canción y Diego sacó a mi esposa a bailar la siguiente, Claudia se vino hacia mi y nos pusimos a bailar, yo con mi pene fuera del pantalón y ella semidesnuda…”huyyyy déjalo salir” me dijo, y sin más desabrocho el pantalón y me lo quitó, luego me ayudó a quitar la camiseta hasta quedar solo en pantaloncillos, pero con el pene por fuera… lo tomó en sus manos y se puso a darme una rica masturbada. “quítatelo todo” me dijo y me ayudó a quitar el calzoncillo quedando totalmente desnudo.
Cuando volteé a ver a mi hermano y mi esposa, estaban besándose, ella desnuda del todo y él apenas con el pantalón puesto, acariciándole las téticas.
Esto me calentó demasiado y le quité el top a Claudia y me dediqué a acariciar y besar esas hermosas tetas, los pezones totalmente paraditos, se los chupé primero con mucho cuidado pero al escuchar sus gemidos esto me calentó y entre más duro los chupaba más duro gemia ella…”quiero que me comás toda cuñis”, “estás muy rica Claudia, que delicia de tetas, hace tiempo quería probarlas, que belleza, desde que nos dimos ese beso me calentaste…”
Empecé a acariciar sus nalgas, le quité la tanga quedando ante mi, una panocha espectacular, totalmente rasurada, con unos grandes labios mayores y unos menores bien carnudos, me agaché a deleitarme con ese lindo chocho… por entre las piernas de ella alcancé a ver como Andrea se la estaba mamando a mi hermano, sentado en el sillón, le daba unos lengüetazos en las bolas y se las metía y chupaba, luego pasaba toda la lengua a lo largo de la polla y chupaba suavemente la cabeza para meterlo poco a poco en su boca, pero no totalmente…
Mi atención se puso en el clítoris de Claudia, estaba paradito y la verdad que era más grande que el de mi esposa, antes de chuparlo mis labios y mi lengua recorrían desde su ombligo por todo su abdomen hasta sus muslos, la parte inferior de sus muslos, chupaba y lamía toda la zona alrededor de su vulva, sus labios mayores, la zona entre el ano y la entrada a su vagina, ella tomando mi cabello me decía “cuñis, chupamela, comete mi gallo, méteme tus dedos, dale, dale quiero sentir tu lengua en mi cosita!!!”
Yo seguía recorriendo toda el área alrededor de esa rica chocha hasta que casi implorando me tomó fuerte del pelo y me enterró la cara en su rica cueva que en ese momento estaba súper mojada, tenía tanto fluido que enseguida empecé a chuparlo, sabia saladito, no dejé escapar casi nada de ese rico néctar, y empecé a meter mi lengua primero y luego mis dedos en esa vagina , entraron tres de mis dedos muy fácil debido a lo mojada que estaba, me pedía más y más, mientras mi lengua jugaba con su gallito.
Estaba tan extasiado en esa rica concha que lo único que me sacó de ese éxtasis fueron los gemidos y gritos que estaba dando Andrea, los volteé a ver y vi como mi hermano la tenía inclinada sobre el sofá y se la estaba metiendo durísimo bien profundo, Andrea meneaba el culo y le pedía que le diera más duro “más duro, Diego, métela duro, moveme el culo duro, dale, dale”, parecía una licuadora moviéndose muy rico. No se imaginan lo excitante que es ver como la esposa de uno es penetrada por otro hombre, me parecía mentira verla gozando de esa manera un pene diferente al mio.
Claudia me sacó del trance de ver a Andrea gozando, me empujó en el sofá y me dijo “cuñis concéntrate en nosotros, te lo voy a mamar como no te lo han mamado nunca”
Y vaya que lo hizo, empezó por darme lengüetazos a lo largo del pene, atrapando cada testícilo de forma maravillosa, moviendo la lengua por todas mis pelotas y subiendo despacio hasta la cabeza, moviéndola en círculos por toda ésta. Luego de un rato de estar en esta operación se la metió toda en la boca, que delicia, nunca Andrea se la había metido totalmente, y Claudia se la tragaba hasta los huevos. Empezó a mover su boca en un mete y saque que me hizo estar a punto de eyacular, se dio cuenta de ello y paró, me la acarició y me empezó a masturbar muy suavemente dándome chupaditas de vez en cuando, cuando vio que ya me había pasado la suprema excitación volvió a metérselo todo en la boca hasta casi hacerme correr.
“ahora quiero que me lo metas, como Diego se lo está metiendo a tu esposa, cómeme de una vez”, y sin más palabras se sentó en mi pene y se lo hundió totalmente en esa chocha totalmente mojada…me sentía en el cielo, esa chocha ardía de lo caliente que estaba, Claudia empezó a moverse de una manera genial, subía y bajaba dejándose caer fuertemente sobre mi pene, la tomé por sus caderas apretándoselas fuertemente meneándole el culo de una manera casi que brutal, luego le cogí los brazos para que se moviera de adelanta para atrás, el espectáculo que tenía a la vista era maravilloso, su lindo culo moviéndose a gran velocidad, mi pene entrando y saliendo de una cueva de la brotaban líquidos a lo loco, Claudia gemía como loca, pidiendo más y que la penetrara más y más fuerte, y al otro lado Diego estaba de pie y Andrea a horcajadas con las piernas en la cintura de él, moviéndose también de una forma exquisita, mientras Diego le acariciaba el ano con sus dedos.