Ver Mensaje Individual
Antiguo 20-03-2012 , 21:22:29   #2
..::B.D.S.M::..
Denunciante Titán
 
Avatar de ..::B.D.S.M::..
Me Gusta ..::B.D.S.M::.. apoya: Zona Hot
..::B.D.S.M::.. apoya: Zona Rotten
..::B.D.S.M::.. apoya: Zona Chistes
Estadisticas
Mensajes: 55.815
Me Gusta Recibidos: 15661
Me Gustas Dados: 14475
Ingreso: 19 oct 2009

Temas Nominados a TDM
Temas Nominados Temas Nominados 35
Nominated  Temas Ganadores: 1
Reputacion Poder de Credibilidad: 673
Puntos: 1263098
..::B.D.S.M::.. tiene reputación más allá de la reputación..::B.D.S.M::.. tiene reputación más allá de la reputación..::B.D.S.M::.. tiene reputación más allá de la reputación..::B.D.S.M::.. tiene reputación más allá de la reputación..::B.D.S.M::.. tiene reputación más allá de la reputación..::B.D.S.M::.. tiene reputación más allá de la reputación..::B.D.S.M::.. tiene reputación más allá de la reputación..::B.D.S.M::.. tiene reputación más allá de la reputación..::B.D.S.M::.. tiene reputación más allá de la reputación..::B.D.S.M::.. tiene reputación más allá de la reputación..::B.D.S.M::.. tiene reputación más allá de la reputación
Premios Recibidos
10 Años Mencion De Honor Denunciando Mencion De Honor Denunciando 
Total De Premios: 3

  
Shocked Respuesta: Demonios sexuales.

SÚCUBO (del latín succubus, de succubare -“yacer debajo”-).

Descripción: Es un demonio con forma femenina que ataca a los hombres durante la noche para robarles su semen. A diferencia del íncubo, el súcubo sí adopta una forma atractiva, pues sabe que los hombres se excitan por la vista y caen más fácilmente a los pies de una chica sexy. Según la zona geográfica, la leyenda varía y, aunque siempre se trata de mujeres hermosas, cambian algunas de sus características y su forma de hacer el mal: algunas mitologías hablan de demonios masculinos que toman la forma de mujeres muertas para consumir al hombre; otras, de beldades que viajan montadas en burro y poseen vaginas dentadas con las que castrar al hombre que las penetre; otras, de mujeres aladas que, cual mantis religiosas, se comen al hombre vivo durante el acto sexual… También hay cuadros que pintan a los súcubos como seres híbridos, mujeres humanas mezcladas con bestias, que lucen cornamentas, colmillos, cascos de caballo, alas de Cthulhu y otros complementos de pesadilla que acentúan su rara belleza.

Nombres: Los súcubos responden a nombrecitos tan exóticos como Ábrahel, Lilit, Rusalka, Florina Vasordiel o Iutzi.

Modus operandi: Es similar al del íncubo, aunque cuenta con la ventaja de que el hombre tiene menos barreras, piensa más con el pene y es más fácil de seducir, por lo que, casi siempre, no hace falta precalentarlo y se le ataca directamente bajo una forma atractiva, llena de curvas y redondeces. Tras una noche de muchas erecciones y eyaculaciones, mezcladas con punzadas de miedo y vértigo, vendrá la bajamar: una mañana de debilidad, cansancio y recuerdos borrosos y morbosos pero inquietantes. Como dice el profesor Manuel Carballa en su aterrador libro El síndrome del Maligno, “a no ser por los restos de semen o sangre encontrados entre las sábanas, la víctima sólo recordará la experiencia como un sueño”. Esto al principio, luego la cosa se convertirá en obsesión y, muchas veces, aún consciente de estar bajo el influjo de un súcubo, el hombre no podrá evitar derramar su energía seminal cada noche, dejando trabajo, mujeres, hijos y amantes para entregarse en cuerpo y alma a su demonio nocturno... hasta la muerte.

Víctimas: Los súcubos atacan a todo tipo de hombres, aunque tienen preferencia por los más espirituales, sobre todo artistas y religiosos. No hay más que echar un vistazo a la clásica novela gótica El monje, escrita por Matthew Gregory Lewis en 1796, en la que un sacerdote acaba en el infierno por culpa de un demonio camuflado bajo la forma de una bella mujer.

Consecuencias: Según el Malleus maleficarum o Martillo de las Brujas (la guía para la caza de brujas más importante del Renacimiento) los súcubos no derraman el semen de sus víctimas, sino que lo recolectan y después lo usan para embarazar mujeres y crear monstruos. En otros textos de la época se especifica que los súcubos, al recibir el semen en su interior, desarrollan un pene y se transforman en íncubos para más tarde reinyectar ese mismo semen en víctimas femeninas.


Diferentes teorías acerca de los demonios lúbricos

Aunque la tradición judeocristiana y la de otras culturas monoteístas ha considerado a los íncubos y a los súcubos como seres malignos, proyecciones monstruosas de la lujuria de los durmientes, metáforas tremendistas de las fantasías que causan las poluciones nocturnas o la parálisis del sueño, las teorías modernas los han descartado, calificándolos de supercherías o (en el caso de Jung) relacionándolos de forma directa con el arquetipo del “ánima”.

Por otro lado, existen teorías profanas que ven a los demonios lúbricos como seres que se pueden dominar y utilizar para alcanzar altas formas de placer sexual y estados alterados de conciencia. William Burroughs es uno de los pocos escritores modernos que trató y redefinió el tema en sus libros, artículos y entrevistas. En su novela El lugar de los caminos muertos (1984), un personaje de Burroughs habla de los espíritus-zorro japoneses, demonios capaces de adoptar cualquier forma (hombre, mujer o niño) para seducir a sus vícitmas y, en una conversación con Victor Bockris el propio escritor dijo lo siguiente:

“Los íncubos y súcubos pueden ser dañinos y destructivos. Como con cualquier situación sexual, el peligro depende de cómo la manipules. Todo sexo es potencialmente peligroso, porque nuestros sentimientos sexuales nos hacen vulnerables. ¿Cuánta gente ha sido arruinada por un amante? El sexo conlleva un punto de invasión y los súcubos y los íncubos simplemente nos hacen intensamente conscientes de esto. (…) El sexo es físico. Si fuera posible para cualquier persona pulsar un botón que hiciera aparecer a un íncubo o a un súcubo, creo que la mayoría de la gente preferiría tener relaciones sexuales con uno de estos demonios a las aburridas cópulas con gente real”.

La invocación de íncubos y súcubos

Botones para llamar íncubos y súcubos, de momento, no hay, pero en la escuela tántrica Kaula existen complicados ritos para invocar a este tipo de demonios sexuales. También en el universo de la magia hay ritos para atraer íncubos y súcubos, por ejemplo a través de la gnosis liminal (un estado intermedio entre el sueño y la razón en el que se puede controlar la acción onírica y hacer viajes astrales), las prácticas chamánicas (en ciertas tribus africanas hay brujos capaces de invocar demonios lúbricos dentro de un espejo para luego exterminarlos) o la evocación erótica (acumular energía e imaginación sexual mediante pornografía, masturbación sin orgasmo y otras técnicas, para concentrarse en la creación mental de una forma-sombra con la que hacer el amor).

Además, hay expertos espiritistas que, como Burroughs, han hablado del uso y dominio de íncubos y súcubos, es decir, agarrar al diablo por los cuernos para usarlo en provecho propio, ya sea para la autoexploración, para el placer o para encomendarle acciones determinadas, bien en el plano psíquico (adivinación, resolución de misterios, etc.), bien en el físico (asignándole tareas determinadas).

Sin embargo, todas estas prácticas son poco recomendables para individuos no curtidos en mil batallas mágicas y espirituales. Invocar y jugar con un súcubo o un íncubo puede ser muy perjudicial para la salud y la cordura, no sólo porque los coitos con la entidad chupen mucha energía (porque el ente la absorbe y también porque trabajar en ciertos estados de conciencia resulta agotador) sino porque el gran placer sexual alcanzado lleve al invocador a generar una dependencia que lo "enganche" a las cópulas con el demonio, arrastrándolo así a la ruina física y mental.

Cómo deshacerse de un diablo erótico

Resulta extremadamente difícil quitarse de encima (o de debajo) a un demonio lúbrico, en primer lugar porque es necesaria una gran fuerza de voluntad: a nadie le amarga un dulce y los orgasmos que se alcanzan en las cópulas con estos seres son sobrenaturales, así que el primer paso es tener determinación y decidir librarse del demonio a toda costa, haciendo oídos sordos a sus cantos de sirena y rechazando sus ofertas sexuales. Luego hay que tender una trampa ritual para espíritus y encerrarlo en una botella, un cristal o un triángulo, lo cual requiere unos conocimientos de magia bastante avanzados.

También es posible deshacerse de estos demonios usando la gnosis liminal para reabsorber en el propio cuerpo las cualidades y el nombre de la entidad, eliminando toda asociación erótica, aunque sea a base de duchas frías o hielo en los genitales. Aunque suene rara, no es una técnica tan diferente a la que se suele usar para exorcizar amantes de carne y hueso.

__________________
★★★★

DeNuNCiaNDo.CoM

SieMPRe LoS MeJoReS

..::B.D.S.M::.. no está en línea   Responder Citando
 
Page generated in 0,09023 seconds with 11 queries