"Pierde en Mallorca por primera vez fuera de casa con Simeone (2-1)
El Atlético llega tarde

• Aburridísima primera parte de los dos equipos.
• El Mallorca marca dos goles al inicio de la segunda parte.
• Falcao falla un penalti y Ramis es expulsado.
• El 'Tigre' recorta distancias con un golazo, pero el Atlético no llega a tiempo de salvar al menos un punto.

Manuel Malagón 18/03/12

El Atlético de Simeone sufrió su primera derrota fuera de casa en el Iberostar Estadi, donde el Mallorca le superó (2-1) aprovechando la locura en que se convirtió el inicio del segundo acto. En dos minutos el cuadro de Caparrós hizo dos goles, el primero tras un disparo del Chori Castro que entró tras tocar en Godín y el segundo obra de Pereira, que cruzó de forma excelente. El Atlético se metió en el partido gracias a un golazo de Falcao, que antes había fallado un penalti en una jugada en la que el Mallorca se quedó con diez jugadores. En la recta final, en superioridad numérica, el Atlético apretó. Fran Mérida tuvo el empate, pero su disparo se estrelló en el palo. El Mallorca aguantó agarrado a sus centrales.

Se hablará mucho de la fatiga y de la carga de la Europa League, probablemente no sin razón, pero el principal problema del Atlético en Mallorca no fue físico sino de juego. El cuadro de Simeone jugó mal, sin ambición, como si el empate le valiera. Especuló y no buscó a su rival hasta que no tuvo más remedio, cuando se vio por debajo en el marcador. La primera parte fue un espanto por parte de ambos, porque tampoco es que el Mallorca se volviera loco. Lo primordial para ambos era sellar su portería. Si después había ocasión de crear peligro, miel sobre hojuelas, pero eso era secundario. Todos los jugadores aprobaban, pero ninguno sobresalía, ninguno se saltaba el guion salvo el Chori Castro. El resto, a cumplir y nada más.

En el primer acto, el Atlético contó un cabezazo de Mario Suárez y el Mallorca un mano a mano de Víctor que solventó bien Courtois. Uno de los dos tenía que pagar la falta de ambición y fue el Atlético. En un inicio de locura de la segunda parte, el Mallorca se vio con dos goles casi sin quererlo. El primero se lo metió Godín. No podía ser de otra forma. Si ninguno de los dos lo buscaban, tenía que ser el otro quien se lo metiera en propia meta. Después de un centro de Víctor y una dejada de Tissone de cabeza, el Chori Castro cruzó la pelota, que iba desviadísima. El balón golpeó en Godín y la carambola entró en la portería de Courtois. Al menos el disparo fue de Castro, el único hasta ese momento que quiso hacer algo diferente.

El Atlético no tuvo tiempo de digerir el gol porque en seguida recibió el segundo. Víctor y Hemed tocaron en la frontal y el primero abrió para Pereira, que sacó un gran chut desde el pico del área, cruzado, al rincón más lejano de Courtois. Entonces sí, el Atlético se puso el traje de faena. Muy tarde. Y eso que la locura del inicio del segundo acto le dio la ocasión de meterse en el partido. En una falta en la frontal, Gabi engañó a todos y dejó a Adrián frente a Aouate. El asturiano, generoso como casi siempre, optó por el pase de la muerte en lugar de disparar. Falcao remató en boca de gol y Ramis evitó que la pelota entrara cogiendo el balón con la mano. Turienzo señaló el penalti y la expulsión. Falcao lo tiró con la paradiña habitual y al centro, raso. Aouate se tiró a un lado y con los pies desvió el balón. No era el día del Atlético.

El cuadro de Simeone, con un jugador más, vivió en campo contrario. Llegaba bien a zona de tres cuartos, ya con Arda, suplente de inicio, en lugar de Mario Suárez. En pleno acoso, Falcao sacó un gol maravilloso. Se deshizo de dos defensas en la frontal y solucionó la jugada con un recursos fabuloso, un remate por encima de Aouate, picando el balón, que entró en el larguero antes de entrar. Sorprendió el recurso de Falcao, un delantero al que se asocia más con el tambor que con el violín. Fue un golazo del colombiano.

Tenía tiempo por delante el Atlético, pero su mejor ocasión fue dos minutos después. Justo tras el gol entró Fran Mérida, que tuvo en sus botas el empate en su primera intervención. Aouate dejó un balón suelto y el zurdazo de Mérida, casi a bocajarro, se estrelló en el palo. Esa ocasión dejaba claro que al cuadro de Caparrós se le iba a hacer largo el partido. Sufrió el Mallorca, porque el Atlético apretó y llegó al área, pero le faltó el paso final. Aouate hizo un par de buenas paradas y el resto corrió a cargo de Chico y Nunes, que achicaron todo el agua que pudieron. Al Mallorca le valió con dos minutos de locura para ganar. No le alcanzó al Atlético su arreón final para sacar al menos un punto. Perdió por primera vez con Simeone fuera de casa y dejó malas sensaciones. El duelo ante el Athletic es vital.

Fuente: Marca