La ONU se preocupa por la salud de la población del planeta: sus expertos creen que hace falta introducir un impuesto general sobre las bebidas gaseosas, las patatas fritas y las hamburguesas. En su opinión, obligará a los habitantes de los países más desarrollados a disminuir el consumo de estos productos nocivos para la salud.

El grupo de expertos en problemas de alimentación de la ONU, encabezado por Olivier De Schutter, está altamente preocupado por la creciente cantidad de gente que sufre de sobrepeso, especialmente en los países industrializados. El país más problemático en este sentido es EE. UU.

Para cambiar las malas costumbres de la gente, la organización propone introducir un impuesto a la ‘comida basura’. El informe del grupo que se ocupa de los problemas de alimentación afirma que según las investigaciones realizadas, la introducción de un impuesto de un 10% a las bebidas no alcohólicas que perjudican la salud disminuye su consumo en entre un 8% y un 10%.

Los expertos invitan a los políticos a que establezcan esta tasa. Y los ingresos recibidos de este impuesto podrán invertirse en informar a la población de los peligros de la ‘comida basura’ y hacer publicidad de alimentos saludables como fruta y verduras. Además recomiendan limitar la publicidad de productos nocivos para la salud.

La idea de establecer este impuesto no es nueva. En EE. UU., donde la mitad de la población adulta va a sufrir de sobrepeso para el año 2014, según la ONU, ya se introdujo en varios estados. Algunos países europeos, entre ellos Dinamarca, Finlandia y Hungría, también siguieron este ejemplo.