cuento de terror La chica de la capa roja

Los padres de un niña salieron a una cena de negocios por lo que contrataron a una niñera.

“¿Puedo tener un poco de helado?” Marta(la niña) le preguntó después de la cena.
“Claro”, dijo Beatriz(la niñera). “¿Dónde está el congelador?”
“En el sótano, donde están las nueces, cerezas y dulces y esas cosas.”

Cuando ella se fue hacia abajo para obtener el helado, miró por la ventana y vio a una niña de afuera. No se vio para nada sorprendida por este hecho.

Después de que ella había dado a Marta su helado, Marta le preguntó: “¿Puedo tener chocolate caliente con esto, por favor?”
“Claro”, fue la rápida respuesta.

Beatriz volvió a bajar al sótano para agarrar el chocolate caliente, volvió a mirar por la ventana para ver a la misma niña, aunque ahora con una capa roja. Ella distraídamente se preguntó si la niña estaba jugando a disfrazarse mientras caminaba hacia arriba.

“Aquí tienes”, con cara de enojo que después de poner el chocolate en el microondas y colocarlo apropiadamente en el helado.
“¿Puedo por favor tener algunas nueces en este por favor …?”
“¿En serio?”
“porfis!!?”
“Bueno …”, suspiró dirigiéndose hacia las escaleras. Cuando sacaba las nueces de un armario, volvió a mirar por la ventana para ver la misma niña de la capa roja, sosteniendo un cuchillo.

Corrió por las escaleras pensando en llamar a la policía.
“Oh ¡Gracias!” Chilló feliz desde su posición en su asiento de color de rosa princesa de Disney para niños.
“Marta, necesito que… ”
“¡Oh no! ¿Puedo tener una cereza en la parte superior, por favor? ”

Para no alarmar a Marta, decidió que iba a ir a buscar las cerezas, entonces llamar a la policía después de encerrarse con Marta en el baño. No hay forma en que la niña podía entrar si las ventanas y las puertas estaban cerradas con llave.

Después de descender lentamente por las escaleras, abrió el congelador con los brazos temblorosos.
Antes de mirar afuera, cerro los ojos y junto fuerza.
La misma niña, en la misma capa roja, sosteniendo el mismo cuchillo estaba allí. Sólo que el cuchillo ahora tenía sangre.

Subió corriendo las escaleras, asustada, va a ver si Marta esta bien.
Marta estaba muerto, un pequeño charco de sangre se forma en el suelo debajo de ella.
Ella corrió al baño y cerró la puerta detrás de ella antes de llamar al 911.

Cuando llegó la policía, la madre llorosa y el padre estaban con ellos. La madre se acercó a Beatriz, sollozando incontrolablemente. “¿Qué pasó?”

“Dios mío-Lo siento, Dios! La vi a esta niña con esta capa roja y un cuchillo. Estaba afuera de tu casa. La vi desde su ventana del sótano! ”

La madre dijo: “Nosotros no tenemos ventanas en el sótano, sólo espejos …”