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Los detalles de lo ocurrido en el túnel de vestuarios del Fútbol Club Barcelona en el partido contra el Sporting de Gijón va aclarándose. Así, según reveló Javer Herránz en Punto Pelota este martes, los jugadores del Barça ningunearon al árbitro del partido hasta tal punto que obligó a saltar a los jugadores visitantes para que pararan las airadas protestas. Desplante que no fue el único que sufrieron los rojiblancos, ya que al término del partido algunos negaron el saludo a un ex canterano como Botía.

El colaborador del programa de Punto Pelota, programa de Intereconomía, Javier Herránz, íntimo amigo de muchos futbolistas del Sporting de Gijón, desveló muchos detalles que esclarecen un poco más la historia del túnel de vestuarios azulgrana. Así, este aclaró el rifirrafe de Piqué y el árbitro: “Piqué armó un espectáculo tremendo al árbitro y a Xavi agarrándole recriminándole sus fallos”, algo que causó un tremendo impacto en los jugadores del equipo asturiano: "Se extrañaron de las formas que Piqué usó para hablar con el árbitro.

Fueron elevadas de tono. Se quejaba de un plantillazo de un jugador del Sporting a Keita y pita falta a favor del Sporting, pero lo decía de muy malas maneras, dándole voces al árbitro en el túnel de vestuarios. Luego llegó Xavi y coge al árbitro por el hombro, en un gesto de complicidad elevado a la máxima potencia. Algo que hizo responder a un jugador del Sporting diciendo “Oye, pero que es esto. Qué está pasando aquí””.

En el vestuario del Sporting se plantearon que el Barça podía hacer lo que quisiera, o eso es lo que se deducía de las formas de sus jugadores: “Los veteranos se asombraron un poco de esa ‘superioridad’ que demostraron los jugadores del Barça hablando con el árbitro. Ellos hablaban como “Yo soy jugador del Barça y tengo derecho a decirte esto”, y es que a ningún jugador del Sporting se le hubiera ocurrido hablarle al árbitro como lo hicieron los del Barça”, ha explicado.

Los culés parecen perder sus valores cuando las cosas van a contracorriente, y este hecho se vio más retratado cuando Alberto Botía, ex canterano de La Masía, al término del encuentro bajó al vestuario culé para saludar a sus ex compañeros: “Algunos se giraron y no le saludaron por una entrada que había hecho durante el partido. El que se giró no es un jugador”, ha explicado Hérranz.