Siempre la ineptitud como excusa. Si efectivamente nunca se dio cuenta como sus subalternos favorecían a sus propios amigos (los de él, no los de ellos) a pesar de que varias publicaciones llamaban la atención sobre estos hechos, debería también tener la mínima entereza de retirarse para siempre de la vida pública por inepto e incapaz.


Pero no demoraremos en verlo nuevamente, después de demostrada su inocencia como fruto de su ignorancia, como candidato de muchos que alabaran sus increíbles dotes gerenciales y ensalzaran la entrega hasta en los mínimos detalles que dedica a cada una de sus funciones.