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Denunciante Avanzado 
|  Polémica en Francia por declaraciones xenófobas de un ministro de Sarkozy
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 | Claude Guéant, titular de la cartera de Interior, dijo que si los extranjeros pudieran votar, la comida musulmana sería obligatoria en los colegios. Se endurece la campaña electoral 
Las elecciones presidenciales del 22 de abril vienen precedidas por una campaña muy dura en la que el equipo gubernamental trata de apoyarse en los sectores más conservadores del electorado. El último en hacerlo ha sido el ministro de Interior Claude Guéant.
"Los franceses tienen la sensación de que ya no viven en su casa", señaló, además de evaluar que "no todas las civilizaciones valen lo mismo".
Sus rivales socialistas aprovecharon la ocasión para mostrarse indignados. El vocero de François Hollande, candidato de esa orientación, expresó que las declaraciones de Guéant eran "nauseabundas, a imagen de la campaña de Nicolas Sarkozy" y que el objetivo de este discurso es "distraer la atención de los franceses de lo esencial: el paro, la precariedad, el poder adquisitivo que baja, el temor del futuro".
El ministro Guéant, que es desde hace muchos años uno de los más próximos colaboradores del presidente Sarkozy, se manifestó en contra de una propuesta electoral de los socialistas que quiere conceder el derecho de voto a los extranjeros extracomunitarios en los comicios municipales.
"Aceptar el voto de los extranjeros, es la puerta abierta al comunitarismo" dijo en cambio Guéant durante un mitin. "No queremos que concejales extranjeros hagan obligatoria la comida halal (preparada especialmente para consumo de los musulmanes) en los comedores escolares", expresó. Agregó que tampoco desea que en "las piscinas municipales se impongan reglas contra el acceso mixto de hombres y mujeres", señaló.
En 2011 Francia expulsó a 32.922 extranjeros, 17% más que el año anterior. El ministro, que ha hecho carrera con una política inflexible de expulsión de clandestinos, recordó que los inmigrantes suponen un 5,8 % de la población en Francia, pero que representan un 13 % de las personas condenadas.
Se trata de una afirmación muy recurrida para atacar la migración, aunque matizada por estudios como el que analiza Iñaki Rivera, director del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la Universitat de Barcelona (UB): "Los inmigrantes sufren con más rigor toda la cadena del sistema penal, desde su detención hasta el cumplimiento de la pena. Proporcionalmente, la policía los detiene más y los jueces sentencian más cárcel preventiva contra ellos porque no tienen domicilio conocido, por riesgo de fuga o por falta de arraigo social o laboral. Además, como no pueden pagar la responsabilidad civil del delito, no disfrutan de permisos".
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