En el caos del conflicto en Siria, la llamada oposición en realidad consiste de muchos grupos que tienen a veces opiniones contrarias y persiguen objetivos distintos, lo que aumenta a diario la estadística mortal.

Muchos de ellos no han perdido sus ideales como tampoco ha desaparecido su miedo por las posibles represalias de su activismo. Para algunos sirios su país está entrando en un callejón sin salida. La cifra de muertos no deja de crecer en un conflicto que algunos reconocen ha pasado a tener dos bandos y muchos han preferido ceder en sus convicciones antes de que más ciudadanos paguen el alto precio de la crisis en el país.

Sin embargo, hay otras posturas dentro de la oposición siria. Desde manifestantes pacíficos hasta desertores de las fuerzas armadas que ahora forman parte del llamado Ejército Libre Sirio. También están los viejos opositores del régimen, los fundamentalistas religiosos y los grupos armados que están sacando provecho de esta situación.

"Ahora uno puede encontrar dentro de la oposición al que quiere democracia y al extremista que quiere asesinar. En estos momentos es muy difícil saber quién es el verdadero revolucionario y quién simplemente forma parte de las bandas armadas", dice Nabil Fayad, integrante de un grupo opositor secular socialista.

En escasas semanas, el conflicto cumplirá un año y poco tiene que ver la lucha armada que actualmente se registra en ciudades como Homs con los primeros gritos de protesta pacífica que se dieron en Daraa y que con el paso del tiempo se han ido radicalizando.

En esta urbe se prendió la mecha de las revueltas que ahora se extienden por una parte del país. Lejos de pedir la dimisión del presidente, al principio los manifestantes demandaban reducir la corrupción, aumentar las libertades y frenar las arbitrariedades de las fuerzas del orden público.

En ese sentido, el Consejo de Coordinación Nacional, el grupo opositor más importante en el país, sostiene que el gobierno está apostando por la vía militar. Sin embargo, cuando se le propone el diálogo no lo acepta.

Se cree que las raíces del conflicto provienen en gran medida del extranjero. Según el gobierno, los intereses geopolíticos de naciones foráneas y grupos terroristas son los que están moviendo las manecillas del reloj de esta crisis.

Precisamente para muchos países extranjeros, la voz más influyente de la oposición no se encuentra en el país, sino fuera de él. El Consejo Nacional Sirio es el grupo que se creó a imagen y semejanza del Consejo Nacional de Transición Libio. Diferentes naciones del mundo apoyan con dinero y movimientos diplomáticos a esta organización, mientras que dentro de Siria esta alianza de opositores pasa casi desapercibida por aquellos que comenzaron las protestas y que al día de hoy ven sus demandas sin resolución.

El Consejo Nacional Sirio (CNS) anunció la creación de un comité militar de defensa para organizar la resistencia ante la situación "dramática" que atraviesa el país. Según Sobre Bouvier, presidente del Consejo, hay muchas posibilidades de que la sede del comité sea instalada en Turquía.