Los llamados 'Amigos de Siria', que se reunieron en Túnez para discutir la situación del país, decidieron aumentar la presión sobre el Gobierno de Basahar al Assad introduciendo nuevas sanciones contra esta nación.

Entre las posibles medidas a tomar se barajó la prohibición de viajar para algunos representantes de las autoridades sirias, la congelación de activos, el embargo del petróleo sirio, así como la ruptura de las relaciones diplomáticas.

Los participantes de la reunión reconocieron al opositor Consejo Nacional Sirio como "el representante legítimo de los sirios que buscan cambios democráticos pacíficos" y prometieron a la oposición "un apoyo eficaz".

Asimismo los participantes del encuentro en el que estuvieron presentes representantes de alrededor de 60 países y organizaciones regionales e internacionales, llamaron a “poner fin a todas las formas de violencia en Siria, lo que permitirá el acceso de la ayuda humanitaria”.

Entre las cuestiones que se discutieron durante el foro figuró la posibilidad de suministrar armas a la oposición siria. Así el jefe de la diplomacia saudita, que se encontró con la secretaria de Estado de EE. UU., Hillary Clinton, afirmó que “suministrar armas a la oposición siria es una idea perfecta”.

Por su parte, el ministro de Exteriores de Qatar propuso formar un contingente militar árabe para crear corredores humanitarios. No obstante, ninguna de estas ideas fue aprobada.

La delegación saudita abandonó la sesión justificando esta acción en “la ineficiencia del foro”.

Rusia y China, que anteriormente bloquearon dos resoluciones sobre Siria en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, no acudieron al encuentro por la falta de claridad sobre los objetivos del grupo y por no estar las autoridades sirias entre los invitados.

Unas horas después de la reunión, el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, anunció que la Unión Europea planea congelar los activos del Banco Central de Siria desde el próximo lunes, 27 de febrero.

Un nuevo encuentro de los 'Amigos de Siria' tiene que celebrarse dentro de tres semanas en Turquía.