El delantero uruguayo Edinson Cavani abandonó el viernes pasado el terreno de juego de Florencia en el minuto 74, con la labor cumplida de sobra y por orden de su entrenador, Walter Mazzarri, que quiso darle descanso para la cita del martes: octavos de final de la Champions League, frente al Chelsea y en San Paolo. Cuando abandonaba el rectángulo, los aficionados de la Florentina rompieron en aplausos en reconocimiento al 'Matador', a pesar de que acababa de clavar a su equipo dos estoques mortales en el estadio Artemio Franchi.
"Lo primero que se me viene a la cabeza tras este doblete es que al fin podremos concentrarnos en el Chelsea, un reto que esperamos desde hace tiempo y que será duro", dijo Cavani -25 años recién cumplidos el día de San Valentín- nada más terminarse el partido. "Lo importante [frente al Chelsea] será mostrar la misma fuerza, la misma rabia y determinación, porque es así como se consigue lo que se desea. Más que en marcar, pienso en la victoria, porque queremos escribir una página histórica y para hacerlo hemos de darlo todo. Nunca nos rendimos, ese es el secreto".
El Chelsea aparece en los tabloides ingleses como el primer pretendiente para fichar al delantero de Salto este verano. Según algunas informaciones y rumores, la dirección técnica del club inglés está estudiando al detalle su actividad y cada informe que llega al club es cada vez más elogioso. Se le estipula un precio en el mercado cercano a los 40 millones de euros, lo que no impide que en la puja deseen entrar también Tottenham, Liverpool, Arsenal y Manchester City.
El Nápoles está hoy en estado de gracia, todo lo contrario que el Chelsea. Y este momento coincide con la facilidad goleadora del uruguayo, la punta mejor afilada de un tridente que completan el argentino Ezequiel Lavezzi -enorme despliegue físico y técnico para marcar un golazo a la Fiorentina en tiempo de descuento- y el eslovaco Marek Hamšík. El 'cuarto hombre', que suele partir del banquillo, es el macedonio Goran Pandev, que también suma.
Pero Cavani es Cavani. Totaliza cuatro goles en Champions, 15 en la Serie A y tres en la Copa. Un total de 22 goles en 31 partidos, lo que supone un promedio de 0,7 goles por encuentro y un 40% de la producción total del Nápoles (56 tantos en los tres torneos). En la primera fase de la Champions marcó tres goles al City, uno en Manchester (1-1) y dos en Nápoles (2-1).
Goles "de Dios"
El delantero uruguayo llegó a Europa de la mano del Palermo. Marcó 13 goles en su última temporada en Palermo (2009-10) y dobló esta cifra en su primera con el Nápoles (2010-2011). En total, lleva 41 goles en 57 partidos con su actual club.
El jugador de Salto -localidad que también fue cuna de Luis Suárez un mes antes- es fiel de la Iglesia Evangélica y estudia la Biblia a diario, porque "hay un momento para todo: el sacrificio, la recompensa y los goles", según comentó en una entrevista. "Dios se sirve de Cavani para hacer goles", afirmó en una ocasión el cardenal Crescenzio Sepe, polémico arzobispo de Nápoles y reconocido forofo del fútbol.
En Nápoles creen ciegamente en esas facultades. El club recaudará sólo por taquilla tres millones de euros, un récord en San Paolo. La afición confía en pasar a cuartos de final de la Champions. Pero mientras los napolitanos ven vulnerable al Chelsea, como lo hace la prensa británica en la víspera, Mazzarri intenta sujetar la euforia: "Ellos sólo piensan ya en la Chamions League y sus jugadores son experimentados, habituados a este tipo de partidos. Para pasar la eliminatoria será necesario hacer las cosas de manera excepcional".