Los habitantes de la reserva de Pine Ridge, con una tasa de paro del 90% y la renta per cápita más baja de Estados Unidos, se refugian en la bebida para evadirse de la realidad. Conscientes del problema, denuncian que los fabricantes de cerveza y las licorerías cercanas a la reserva hacen un negocio millonario con su desgracia. Por eso han decidido pedirles que rindan cuentas.
Los Sioux ha pasado a la historia como la tribu india que más se resistió al ejército estadounidense durante la oscura época de la conquista del Oeste. Sus épicas batallas contra el séptimo de caballería –entre ellas la de Little Bighorn, en la que perdió la vida el legendario general Custer y 264 de sus hombres– forman ya parte de la mitología estadounidense e incluso han inspirado alguna de las películas más recordadas del Hollywood clásico.
Ahora, 130 años después de que su gran líder Toro Sentado fumase la pipa de la paz con los ‘rostros pálidos’ a cambio de la promesa de amnistía para él y sus seguidores, los Sioux se han vuelto a levantar en armas para cortar una nueva cabellera, la de las empresas cerveceras que, a su juicio, han provocado un grave problema de alcoholismo entre los miembros de la tribu.
En esta ocasión cuentan con un ejército de abogados y un arsenal únicamente legal: la tribu india más conocida de Estados Unidos presentó el pasado martes una demanda contra cuatro de las principales compañías cerveceras del mundo, a las que acusa del “alcoholismo crónico” que sufren muchos de los habitantes de la reserva de Pine Ridge, en Dakota del Sur.
Los líderes Sioux han iniciado acciones legales contra SAB Miller, Molson Coors Brewing Company, MillerCoors LLC y Pabst Brewing Company, a los que solicitan una indemnización de 500 millones de dólares en concepto de gastos sanitarios y derivados del tratamiento psicológico necesario para curar la adicción al alcohol.
Además, la demanda también incluye a las cuatro licorerías de la localidad de Whiteclay –en la frontera entre Nebraska y Dakota del Sur, y lindante con la reserva–, que con sólo 12 habitantes, vendió casi cinco millones de latas de cerveza en 2010.
“No puede ser que vendas esa cantidad de alcohol y luego te laves las manos como Poncio Pilatos y digas que el problema no tiene nada que ver contigo”, ha denunciado a los medios locales Tom White, el abogado que representa a la tribu.
Una ironía legal
En el texto legal presentado ante el tribunal federal de Nebraska, los líderes Sioux aseguran que las tiendas de Whiteclay incumplieron la legislación estatal “vendiendo un volumen de cerveza muy superior a lo permitido, a sabiendas de que la mayoría de la cerveza se introduciría de manera ilegal en la reserva para su consumo o reventa”.
El asunto no deja de ser irónico, sobre todo teniendo en cuenta que las ordenanzas municipales de Whiteclay prohíben desde 1832 el consumo de alcohol –que no la venta– en los establecimientos públicos de la localidad y el lugar más próximo en el que se puede disfrutar “legalmente” de una cerveza está casi a 30 kilómetros.
Lo más parecido al tercer mundo en EEUU
La reserva de Pine Ridge es uno de los lugares más deprimidos de Estados Unidos. Casi la mitad de las personas que residen allí viven bajo el umbral de la pobreza. Nueve de cada 10 Sioux que allí residen están en el paro y nunca han tenido un empleo. Su renta per cápita es la más baja del país, sólo 1.539 dólares al año, según datos correspondientes a 2010.
El 65% de los habitantes de Pine Ridge vive sin electricidad, agua corriente o calefacción, a pesar de que las temperaturas pasan el invierno por debajo de los cero grados. De hecho, la primera causa de muerte durante los meses de más frío es la hipotermia. La esperanza de vida en la reserva no supera los 46 años.
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