El gigante de Cardiff
El gigante de Cardiff fue un fraude realizado en el año 1869, perpetrado por un tabaquero llamado George Hull, quien mandó tallar una figura humana de tres metros y diez centímetros de altura a partir de un bloque de yeso, para luego enterrarlo y hacerlo descubrir por un constructor de pozos.
La idea se le ocurrió después de mantener una discusión con un reverendo metodista, el cual sostenía que la Biblia debía interpretarse de manera literal, incluyendo el pasaje que dice: "Había gigantes en la tierra en aquellos días". El gigante se convirtió en una gran atracción turística que producia grandes sumas de dinero, razon por la cual muchos intentaron comprar la estatua y otros como el gran empresario del entretenimiento llamado P.T. Barnum copiaron la estatuta para sacar provecho monetario de la situación.
Sin embargo, rápidamente arqueologos y biólogos argumentaban que la estatua era falsa, y a pesar de la insistencia de los cristianos fundamentalistas por soportar su veracidad, Hull confeso en 1870 la verdad
En la actualidad el gigante de Cardiff se exhibe en el Museo de los granjeros de Cooperstown (Nueva York),7 y la réplica encargada por P. T. Barnum se encuentra en el Museo de maravillas mecánicas de Marvin, en Farmington Hills.