Varios países árabes no tienen derecho a presionar a Siria acusándola de ser una "dictadura", ya que ellos mismos no son un ejemplo de regímenes democráticos a seguir, según afirma la activista política Susana Khalil.

“El resto de las monarquías árabes, de las dictaduras árabes, están jugando un rol completamente anti ético. Es contradictorio, además, ver que una dictadura condene a otra dictadura. Es completamente falso”, opina la activista.

Según Khalil, “lo que pasa es que son dictaduras que están aliadas más directamente a los intereses de dominación, pero quieren imponer más su propio poder. Obedecen a las indicaciones de parte del imperialismo”.

Se estrecha el cerco

Actualmente el régimen del presidente sirio Bashar al Assad se encuentra bajo una presión internacional que no deja de aumentar.

Este martes España, Francia, Italia, Países Bajos, Bélgica y los países árabes del Golfo retiraron a sus embajadores en Damasco. Un día antes, Reino Unido decidió adoptar la misma medida, mientras que la Casa Blanca anunció el cierre de su embajada en la capital siria. Según fuentes oficiales, 17 empleados de la embajada estadounidense, incluido el embajador Robert Ford abandonaron el país “por razones de seguridad”, según informó el Departamento de Estado norteamericano.

Mientras tanto, tras la reunión en Damasco del ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, con el mandatario sirio, este último proclamó que está dispuesto a mandar una delegación oficial a Moscú con el objetivo de mantener negociaciones con la oposición y buscar un acuerdo que permita acabar con el conflicto que padece el país desde hace casi un año.