Como explicábamos ayer en nuestra sección "Con el dedo en el ojo", el colegiado Ayza Gámez estuvo correcto dentro de su medida, pero sin hubo un verdadero perjudicado, este fue el Real Madrid, que le hubiera podido meter algunos goles más al un Getafe que fue de menos a más a lo largo del encuentro.
La primera juada polémica llegó en los prolegómenos del encuentro. Mesut Özil se metió en el área y cuando tenía una posición franca para marcar Miguel Torres le agarró por la malla, causando un penalti más que claro. El alemán protestó la jugada, pero Gámez ni se inmutó.
Tres minutos más tarde, nueva jugada polémica. Cristiano Ronaldo cayó en el área después de ser embestido por el Cata Diaz. El portugués también reclamó el penalti pero el colegiado volvió a desentenderse. Tampoco señaló nada en el mintuto 82, cuando Arizmendi entró violentamente a Pepe, en una acción que mereció algo más que una simple amonestación verbal.
Por otro lado, los azulones y muchos culés reclaman las manos de Pepe. Unas manos que el colegiado acertó al no pitar, pues si un colegiado no está seguro de una acción no puede castigarla. Fue la única nota positiva del arbitraje.
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