Fútbol / REAL MADRID
Ramos es un seguro de Liga

Mourinho le regañó por el gol de Puyol en Copa. Le exige. Es un líder. En Getafe sentenció. Vale para todo

TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN / GETAFE

Día 04/02/2012 - 22.40h


REUTERS Ramos celebró su gol ante las cámaras

Tenía una cuenta pendiente con su superior. Quería resarcirse del mal sabor de boca de la Copa. Y en Getafe demostró otra de sus virtudes. Decidió un partido complicado. Es un especialista a balón parado. Sube al ataque en todas las acciones de estrategia. Por mucho que le marquen, porque le conocen, siempre encuentra el hueco para imponer su fuerza. Sergio anotó el gol del partido con un testarazo de valentía. Es el mejor rematador de cabeza del Madrid.

Mourinho le regañó tras el gol de Puyol en la Copa. Sergio Ramos intercambió el marcaje del azulgrana con Pepe sin permiso del entrenador y el central portugués falló. El técnico pidió explicaciones al sevillano. Porque es un líder, dentro y fuera del campo, que comete muy pocos errores. Impone su jerarquía en la defensa. Su poderío físico le permite ser lateral, pero es en el centro de la retaguardia donde explota todas sus cualidades. A la potencia suma una colocación, una rapidez, una visión y una sabiduría difíciles de igualar.

Es el cuarto tanto que el segundo capitán consigue esta temporada, tres en Liga y uno en Copa de Europa. Ramos cubre el pasillo de seguridad del esquema y lo culmina arriba. Vale para defender y atacar. Para un roto y un descosido. Es imprescindible. Todo lo hace bien.

El más fuerte mentalmente

El «míster» se puso serio con Sergio en el penúltimo clásico porque ese liderazgo en el césped debe supeditarse al liderazgo del técnico. Mourinho le pide más que a nadie porque sabe que su rendimiento no tiene límite. Aún no lo ha encontrado. Por eso le exige. Es rocoso, mental y físicamente. El equipo es más endeble sin él. Ha disputado diecinueve partidos de Liga, cinco de Champions y cuatro en la Copa del Rey. El portugués le alinea casi siempre, porque su firmeza le permite arriesgar con otros jugadores en el centro del campo. Hay otra razón de esta continuidad en el campo: Sergio quiere jugar. Nunca piensa en descansar.

Ha tomado el mando que antes ejercía Carvalho. Le ha quitado el puesto. Ricardo se ve reflejado en él. Siente envidia sana. La potencia del hijo predilecto de Camas la poseen pocos futbolistas.

El baluarte de Casillas

En el Coliseum anotó la diana y después se mostró contundente ante el acoso local. Es el baluarte en quien confía Casillas, su amigo del alma. Han vivido muchas batallas juntos.

El funcionamiento de Sergio en el centro de la zaga ha creado a Del Bosque el problema que tantos preparadores desearían: tiene exceso de calidad para cubrir esas dos posiciones en la selección. Cuenta con Puyol y Piqué como titulares y coloca al sevillano en el lateral. La sensacional campaña del madridista y el descenso de nivel de Piqué argumentan una reflexión sobre un posible cambio. Ramos es seguro en España. Piqué es quien preocupa.

Ante el Getafe, el «cuatro» consolidó el liderato blanco. Es un comodín. Limpia (en la defensa), fija (a los rivales) y da esplendor (en el remate).

Fuente: ABC