“Álvaro González es un dinosaurio”

El presidente de la División Aficionada de Fútbol (Difútbol), Álvaro González, desató una tormenta cuando aseguró que “para ser árbitro en Colombia hay que ser homosexual”. Se refería a la demanda por acoso sexual que interpuso hace una semana el árbitro de divisiones inferiores Germán Mauricio Sánchez contra Óscar Julián Ruiz.

Ante el malestar generalizado por un tema que según González es un secreto a voces, Marcela Sánchez, directora de la ONG Colombia Diversa dice lo siguiente: “Álvaro González es un verdadero dinosaurio, sobre todo porque desconoce que la misma ciencia ha comprobado que la homosexualidad no es una enfermedad, como la cataloga González, al asegurar: ‘que no hay más posibilidades de contagiarse de una enfermedad que se sufra como la del homosexualismo’”.

Las reacciones en el campo judicial no se hicieron esperar. El pasado martes fue interpuesta una denuncia penal por hostigamiento por el abogado Felipe Montoya en la Fiscalía que podría ocasionarle estar privado de su libertad entre 12 y 36 meses.

Por otra parte, el abogado Germán Rincón Perfetti, especialista en Derechos Humanos y reconocido impulsor de los derechos de la comunidad gay, afirma que González ya está denunciado gracias a la Ley Antidiscriminación, sancionada en 2011. Según Rincón, si el dirigente no se retracta, podría ir a la cárcel.



Álvaro González se ha vuelto famoso por su desatinadas declaraciones.

Marcela Sánchez cuenta que en el fútbol ha habido casos de discriminación. El más reciente ocurrió en el pasado mundial de fútbol femenino, cuando la directora técnica de la selección de Nigeria maltrató y persiguió a algunas jugadoras que se declararon lesbianas.

Para Marcela Sánchez, “aunque ha habido algunos adelantos en el tema jurisprudencial en el reconocimiento de los derechos de la comunidad LGBT, declaraciones como las del señor Álvaro González incitan al odio contra las personas gays. González está cometiendo un delito además muy grave, sobre todo porque es doblemente responsable. Es una figura pública muy influyente”.

No es la primera que Álvaro González está en el ojo del huracán. Hace unos meses, luego de que el entonces técnico de la selección Colombia, Hernán Darío Gómez, golpeara a una mujer, el dirigente dijo: “Si Piedad Córdoba fuera agredida por un hombre, estaría todo el mundo aplaudiendo”.

Hoy, sus desatinadas declaraciones vuelven a poner a Gónzalez en aprietos