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Antiguo 30-01-2012 , 16:00:43   #2
malito79
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Predeterminado Respuesta: Alexa, mi hijo, sus dos amigos y un Matrimonio

Comenzó a hacer rítmicos movimientos, oblicuos, de atrás hacia delante y de arriba hacia abajo, frotándose las dos pijas a la vez y haciendo que ellas se frotaran a través de las delgadas mucosas interiores. Estaba ensartada por dos hombres a la vez. Llena, realmente llena. Fue acelerando. Gemía ella, gemía mi hijo, gemía Fabián. Los chicos comenzaron también a adecuar sus movimientos. El ano y la vagina latían y latían los penes. Ella gritaba enloquecida, mi hijo gritaba enloquecido, Fabián gritaba enloquecido, los tres gritaban enloquecidos. Movimientos frenéticos, gritos, aullidos profundos.
-ssssiiiiiiií….aaaaahhhhhhhhhh
Brutales espasmos recíprocos. Caderas girando, yendo y viniendo, músculos fuertes aprisionando y soltando. Lujuria. Lujuria desatada. Ruidos de fluidos, aromas de íntimos jugos, estruendos de pelvis entrechocándose, Fabián estalló en ríos de leche dentro de su ano y mi hijo estalló en ríos dentro de su vagina. Sexo, puro sexo, nada más en el mundo, nada más en el universo que ese estallido mojado de calientes sensaciones indescriptibles. Orgasmos. Brutales orgasmos simultáneos y compartidos. Desenfreno. Descontrol de nervios y músculos. Disociación absoluta de cuerpos y almas, la más esencial animalidad, el primitivismo más violento. Cuerpos convulsionados, atravesados por ese vendaval de espasmos ininterrumpidos.
Fabián fue sacando su pene algo más blando, fue retirándose hasta salir y caer exhausto en el piso. El ano de Doña Pili chorreaba blancuzco.
La pija de mi hijo seguía dura, muy dura pese a la violenta eyaculación. Seguía dura y dentro de la vagina de Doña Pili en medio de charcos de su propio semen y los jugos de ella. Dura y adentro, sin retraerse, sin intenciones de salir.
Con un brusco movimiento el muchacho la dio vuelta, ella quedó bajo él, sin salirse el pene. Mi Hijo comenzó a bombear con un ritmo infernal. Iba y venía como enloquecido, entrando y saliendo, empujando profundo, hasta el mismo cuello del útero que explotaba en contracciones. Toda Doña Pili estaba sorprendida, sorprendida y exhausta, inerme e inerte pero encantada. Era una marioneta sacudida por las intensas arremetidas del macho. Los pechos se bamboleaban, la cabeza golpeaba contra el respaldar de la cama. Gritaba, gritaba, como poseída y a la vez poseída. Gritaba de placer. Un inmenso placer nunca antes sentido, ni siquiera imaginado. Clavó las uñas en la espaldas del muchacho, alzó sus piernas para que él entrara aún más. Mi Hijo bombeaba y bombeaba, arremetía y arremetía, empujaba y empujaba. Entraba y salía, frotaba y frotaba sus duras asperezas en las carnes interiores de ella. Duraba. Ya había acabado tres veces antes y ahora duraba, una eternidad de placer que Doña Pili agradecía con orgasmos y orgasmos que la agotaban, uno inmediatamente después del otro, consecutivos, continuados, tres, cuatro, cinco. Sintió que se iba, sintió que se iba del mundo, que entraba en una nebulosa de goce único, que flotaba en un limbo lujurioso. Cazadora cazada, burladora burlada, dominadora dominada.
El niño se había hecho hombre. El joven se había hecho un cabrío macho prepotente. Era su pija brutal la que mandaba.
Por fin, con un grito animal, mi Hijo eyaculó. Uno dos tres cuatro chorros que estallaron en las paredes blandas de Doña Pili que estaba desvanecida. Completamente desvanecida.
-Chicos- dijo Doña Pili- Vayan….descansemos bien, Los besó uno a uno…y tomando de la verga a Raúl le comenzó a mamar la misma hasta lograr una abundante venida que le baño todo su rostro y ambos quedaron desfallecidos.
Para esto Don Jaime y yo solo los observábamos ambos excitados y desnudos , el acariciando mis bubis y yo masturbando su grande y gruesa verga, Don Jaime me acuesta y comienza a besar mis bubis hasta llegar a mi vagina para meterme su lengua y jugar con mi clítoris hasta arrancarme un rico orgasmo, metiéndome uno, dos tres dedos en la vagina, para después sentarme sobre su gran verga y hacerme lo cabalgue y así lograr en mi otro orgasmo de ensueño, para después ponerme en empinada y darme lengua en mi ano para dejar pasar su verga grande que con mucho dolor acepte hasta cambiar el dolor por placer y así obtener un orgasmo más estando enculada en su verga negra. Cuando reaccionamos los chicos y Doña Pili todos desnudos nos observaban y Don Jaime les dice, traigan unas copas que esto todavía no termina, Fabián y mi Hijo sirvieron otras copas y al estar todos en una misma recamara, Doña Pili dice, ahora me nos toca a ti y a mi Alexa, les vamos a enseñar como acariciar a una mujer con delicadeza y dulzura Dime, cuando me viste ahí en la cama hace rato, ¿qué quisiste hacer? Darte un beso... ¿y porqué no lo hiciste? Te hubieras unido a nosotros y ya sin dejarme responder, acercó su boca a la mía y me dio un beso fabuloso, delicioso; su lengua empezó a juguetear en el interior de mi boca, luego hice lo mismo, nos mordimos los labios y separándome un poquito le dije: es que no era así el beso que quería darte... ¿a no?- empezó a besarme el cuello, luego los hombros, descubrió mis tetas y empezó a lamérmelas; luego de darme un lengüetazo travieso en el pezón acomodó de nuevo su boca y siguió besándome el abdomen, los brazos... mientras una de su mano estrujaba mis nalgas y la otra me frotaba la vagina y acomodando su dedo de en medio entre mis labios empapados, dijo: ¿entonces donde querías besarme?- se incorporó dejando su cuerpo a mi disposición... Quería besarte las nalgas... ¿si?- se tendió sobre la cama, mirándome fijamente llamándome hacia ella con un movimiento de su mano. Cuando intenté besarla me lo impidió diciendo: No; así te ves muy linda... Enajenados por la imagen, los chicos y Don Jaime tenían ya sus vergas parada observándonos y a punto de venirme, me acerqué a ella y tal como lo deseaba la tomé de la cintura y empecé a besarla y a lamerla, primero una nalga, luego la otra, después me detuve en su anito rozado y apretadito que se contraía de solo sentir la cercanía de mi boca; luego con la misma pasión de nuestro primer beso empecé a besar su vagina – ella se separaba los labios con los dedos dejándola libre a mi lengua- mientras metía mis dedos en la mía... Cuando estaba a punto de venirme, ella me detuvo y me tendió sobre la cama, se sentó sobre mi cara inclinándose para lamerme, y llegamos juntas al orgasmo en un 69 increíble.
Pero ese fue solo el primero... después de permanecer un rato abrazadas, besándonos, volvió sobre mi cuerpo lleno de saliva y fluidos; se deslizó entre beso y beso hasta el interior de mis piernas, y empezó a frotar mi clítoris con su pezón endurecido... yo me abandoné a sus caricias y cerré los ojos. Se separó de mí solo para lamerse los dedos, y luego los introducirlos en mí, dulcemente, como solo podía hacerlo una mujer así, como solo podía hacerlo esta erótica negra Doña Pili...
Después invertimos los roles, en muy poco tiempo había perdido toda conciencia de la realidad: mi voz era solo bramidos y gemidos, mis instintos y mis deseos más salvajes me impulsaban a su cuerpo; me envicié con su vagina, con los pelitos húmedos que se pegaban en sus bordes negritos y que después se quedaban en mis labios y en mi lengua; el olor saladito de la mezcla de sus fluidos y su saliva que me llenaban ya el rostro, las manos, las piernas y el pecho, me hacían saberme suya, y las continuas descargas de cálida humedad que derramaba sin parar sobre mi al roce de mis caricias me confirmaban que era mía, más mía que nunca... ¿saben? Creo ahora, que no hay una forma más linda de que una mujer y otra mujer se acerquen que por medio del placer que una puede darle a la otra, toda la pasión, la lujuria, y el erotismo que solo se sabe dar entre mujeres y ambas volvimos a tener otro rico orgasmo, para después invitar a nuestros tres chicos y a Don Jaime, a participar, sentamos al borde la cama a Don Jaime y a mi Hijo, nos montamos sobre su ya paradas vergas para después invitar a Fabián y a Raúl nos penetraran analmente y de esa forma los seis logar tener ellos una abundante venida y nostras otro rico orgasmo, cuando todos reaccionamos, estaba amaneciendo ya y Don Jaime y Doña Pili se vistieron para irse apresuradamente a abrir su negocio, quedando de vernos mas tarde para comer y nosotros aprovechamos para dormir todo juntos hasta casi medio día.

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