"real madrid 3 - 1 real zaragoza
Özil también es despertador

SANTIAGO SIGUERO 28/01/12 - 21:56.

Otra vez empezó perdiendo el Madrid, y de nuevo se levantó. Lo hizo de la mano de Mesut Özil, su jugador más determinante en este tramo de la temporada. Su talento acabó por derribar, sin excesivas angustias, a un Real Zaragoza que se mantuvo en pie durante el primer acto. Nada más iniciarse el segundo, el colista fue sepultado por una asistencia de Özil para Ronaldo y un tanto del alemán que dejaron el triunfo y la renta blanca sobre el Barça a buen recaudo. Una semana más. O una semana menos, según se mire.

El Zaragoza entró bien al partido. Lafita probó a Casillas antes del segundo 10, y fue el más listo de la clase en la jugada del 0-1. Una falta intrascendente cogió en un renuncio a los centrales blancos; Carvalho no tapó a Aranda y Pepe no llegó a tiempo para evitar el remate del espigado mediapunta aragonés, que parece sentirse en el Bernabén tan a gusto como el mismísimo Leo Messi.

Pero el fantasma del susto del año pasado apenas inquietó al Madrid. El grupo de Mourinho camina ahora con firmeza de la mano de Mesut Özil, su jugador más delicado. El talento del centrocampista alemán, desparramado por todo el frente de ataque, fue haciendo cada vez más permeable la defensa del Zaragoza, bien organizada para incapaz de frenar el potencial atacante del Madrid. Y eso que faltó la efectividad que es marca de la casa. Antes del empate, Benzema, Kaká y Cristiano desperdiciaron hasta cinco ocasiones muy claras, de las que no suelen.

Ante el Zaragoza, Mou dio entrada en el once a Esteban Granero. Con Xabi Alonso iniciando el juego entre los centrales, el madrileño estuvo participativo y atrevido, menos tímido de lo habitual. Mezcló bien con Özil y Benzema. Aunque la acción del empate no surgió de la medular madridista, sino de un balón vertical de Carvalho, que enmendó su error del 0-1 superando la doble línea defensiva del Zaragoza para habilitar a Kaká, que definió con la elegancia que le distingue. La velocidad, otra de sus antiguas virtudes, sigue siendo eso: antigua.

Dos golazos, y se acabó

La pelea acabó inmediatamente después de la pausa. El Madrid se quitó el problema de encima con aire casi funcionarial, aunque los dos goles que definieron el partido fueron hermosos. El primero llegó tras una primorosa combinación entre Granero, Benzema y Özil, que se la puso a Ronaldo para empujar. El balón marcaba la línea del fuera de juego, que el Pichichi apuró al límite.

Instantes después, Kaká habilitó a Özil, que superó a Roberto con un zurdazo violento, que se coló por el primer palo. El Bernabéu celebró con algarabía el gol, que refrenda la vuelta a sus altares de Mesut Özil. El exquisito zurdo alemán volvió a ser el mejor de un equipo que, tras el cambio de Xabi por Lass, dejó morir el partido. Tan plácidamente que Mou se permitió acabarlo con Callejón, su chico para todo, de lateral izquierdo, con Marcelo lesionado, que acabó el partido andando. Como todo su equipo, en realidad. Sin alharacas, pero con paso firme."

Fuente: Marca