Ver Mensaje Individual
Antiguo 21-01-2012 , 16:09:25   #2
malito79
Recien Registrado
No Tiene Avatar Configurado
Me Gusta
Estadisticas
Mensajes: 49
Me Gusta Recibidos: 42
Me Gustas Dados: 1
Ingreso: 02 ene 2012

Temas Nominados a TDM
Temas Nominados Temas Nominados 1
Nominated Temas Ganadores: 0
Reputacion Poder de Credibilidad: 0
Puntos: 550
malito79 el Usuariox tiene un aura espectacularmalito79 el Usuariox tiene un aura espectacularmalito79 el Usuariox tiene un aura espectacularmalito79 el Usuariox tiene un aura espectacularmalito79 el Usuariox tiene un aura espectacularmalito79 el Usuariox tiene un aura espectacular
  
Predeterminado Respuesta: Mi marido y mi madre.

II
El primer coito

Es verano, que como sabemos es la época que más se presta al folleteo. Hace mucho calor en este mes de julio. La casa no está acondicionada con refrigeración, ya que la ciudad habitualmente es más bien fría y los veranos son suaves, pero este año es extraordinario y no hay que soporte el calor.
Daniel para llevarlo mejor, todos los días después de comer se lleva una colchoneta al salón, la pone en el suelo y se encuentra allí algo mejor. El mármol le transmite algo de frescor. El bebé esta durmiendo, la suegra está terminando de recoger la cocina. Tumbado sobre la colchoneta, lee algo, conla TVde fondo. Laura se ha marchado al trabajo, tiene turno de tarde.
El calor de esa primera hora de la tarde y la relajación tras la comida, hace que Daniel tenga una erección tremenda. Lleva solo puesto un pantaloncito corto de deporte y el bulto es muy visible.
Siente que su suegra se va ahora hacia el baño, para tomar una ducha y cambiarse, cosa que suele hacer a diario, tras terminar las tareas domésticas. Suele también dormirse un ratito en su habitación, pero hoy pasa antes por el salón donde está Daniel tumbado. Ella se sienta en una silla cerca, con un abanico en la mano, tratando de aliviar algo el calor.
- Uffff, vaya día….no hay quien lo soporte.
Lleva puesta una bata ligera de casa, muy fina, algo transparente. Se le notan las bragas y el sujetador, de color negro. Mira un rato al televisor, algo distraída. Daniel, tumbado boca arriba, no hace nada para disimular su erección. Ella al final, repara en su bulto.
- Caray, hijo..¿Cómo estás así? Te va a doler…
- No sé, Manuela… será el calor. Espero que no te importe.
- Que va, que va.. Ya no me asusto, hijo, soy mayorcita. Pero me parece excesivo. ¿Es que estás necesitado?.
- Pues un poco, chica, que quieres que te diga. A Laura le cuesta bastante, creo que lo sabes.
Ella se pone ahora algo seria.
- Sí, lo sé. Ella es muy fría, ha salido en eso a su padre. Lo siento por ti, de verdad. A veces lo hablo con ella, que procure colaborar, que al marido hay que tenerlo contento, pero sé que no puede evitarlo.
- ¿Entonces, tu marido también es frío? No te da caña?
- Nunca, y ahora que somos mayores, mucho menos.
- O sea…ajajajaaj… que también estás necesitada, querida suegra….
La mujer madura está sentada de forma algo descuidada. Desde su posición, en el suelo, Daniel mira sin recato los poderosos muslos de la mujer, que se muestran en buena parte. Ella se da cuenta y nada hace para taparlos, al contrario, cruza ahora las piernas, de forma atrevida, mostrando su anatomía.
- Bueno.. –le contesta-. Puede ser que esté algo necesitada, sí. Yo soy en eso bastante mujer, me apetece bastante.
- Que calor tengo, querida suegra…no hay quien lo soporte.
- Pues si estás casi desnudo..
- Pues mejor estar desnudo del todo..
Daniel atrevido y de un solo golpe, agarra su pantalón deportivo y lo saca, quedando en pelotas delante de su suegra…
- Jajajaaaaaaaaaa, - ella ríe divertida--. Vaya estaca que tienes….jajajaaja. Andaaaaa y estás depilado…ajajajaa. Nunca había visto unos huevos afeitados…ajajaaa.
- Es más bonito así, no crees? Además tú también lo llevas depilado.
- Y cómo sabes eso.. Me has visto alguna vez…?
- Pues sí, alguna vez, ha coincidido sin que te des cuenta, en el baño o vistiéndote.
- Serás sinvergüenza…ajajajaa. Espiando a la suegra. Como se entere tu mujer, verás.
- Anda, ven, Manuela..
Él la invita a echarse a su lado y le hace un sitio en la colchoneta. Ella duda un poco pero acaba aceptando y se tumba en la colchoneta.
- Cuéntame esos detalles, Manuela, de tu matrimonio.
Daniel le ha echado un brazo por encima, abrazando su cintura.
Ella relata algo de su vida íntima, con algo de pudor, con algunos detalles sobre falta de relaciones, rutina, etc.
Daniel está super empalmado. Le llega el olor de la mujer, delicioso, perfumada. Ella mira hacia abajo, hacia el miembro erecto y en un gesto como travieso se lo agarra para confirmar su firmeza
- Nunca había visto nada así.. Con la suerte que tiene mi hija de tenerlo, lástima que no sepa aprovecharlo.
Daniel le aparta la mano con delicadeza.
- Te molesta que te lo toque? –pregunta ella-.
- No, cariño. Es que si sigues ahí agarrada, me voy a correr.
- Joder….¡¡¡. Como estás, hijo.
Ahora Daniel le pasa la mano por el muslo desnudo.
- Dani… que me vas a calentar también, que no soy de piedra.
Él pasa hora su pierna por encima de las de ella. El deseo ya es incontrolable. Le desabrocha también la bata. Intenta besarla y ella se resiste.
- Vamos a despertar al niño… -protesta ella-.
- Pues no hables, cielo, déjate llevar, anda, hazme ese favor. Me apeteces mucho.
- Esto no está bien, Daniel, no podemos, no debemos.. déjalo, por favor.
Daniel ya no se controla. Con cierto trabajo, porque ella se resiste, consigue quitarle las bragas y ponerse encima de ella. El fuerte cuerpo de la mujer es para el yerno un contraste tremendo con el cuerpo de la hija, que es más bien delgada. Un cuerpo impresionante, grande, poderoso, cálido, un colchón delicioso. Al final los muslos de ella se abren por la presión del hombre. La hendidura de la hembra está reluciente por el flujo. Ella inicia unos movimientos incoherentes, un sí y un no. Quiere apartar al hombre de encima suyo y al tiempo lo atrae hacia ella. Lo empuja por los hombros y luego lo agarra de la cintura. Daniel pone fin a ese palmoteo subiéndole los brazos por encima de la cabeza y agarrándole las muñecas. Luego presiona con su miembro entre las piernas de la madura.
Los dos se sorprenden, sin decir nada. Daniel se sorprende de la facilidad de la penetración, del coño jugoso de la hembra, del placer de introducir el miembro sin sentir esa sequedad y las protestas de su mujer. Es delicioso, una mujer tan madura ya, y que haya lubricado de forma tan espectacular. Solo apretar un poco y encontrarse dentro de un coño tan exquisito… Y ella se sorprende también de que se haya mojado tan fácilmente. Pensaba que su sexualidad estaba casi muerta. Se sorprende también del placer tan fuerte que está sintiendo
- Sácate las tetas, cariño…Por favor.
Ella mete una mano bajo las copas del sujetador y deja fuera los pechos grandes, pero todavía firmes. Se bambolean bien con los empujones que él le da.
La mujer está muy confusa, está follando con su yerno. Es algo muy grave, está poniéndole los cuernos a la propia hija. Pero el deseo ahora puede más y se deja penetrar gozosa. No dice nada, no se atreve, sería ya demasiado puta, piensa, para encima decir que está disfrutando. Pero con su respiración agitada, lo dice todo. Cierra los ojos, le da vergüenza ver la cara de su yerno mientras se la folla.
El polvo es muy rápido. Apoyándose en sus rodillas, Daniel la tiene clavada totalmente sobre la colchoneta. Ambos están al límite del deseo. No han pasado más de tres o cuatro minutos, y Manuela estalla en un tremendo orgasmo, mordiéndose los labios. Daniel, dándose cuenta, suelta todo el contenido de sus depósitos en el interior de la mujer.
Ahora se deja caer sobre ella, exhausto. Nada dicen. Permanecen unos minutos así. En la habitación continúa se oye ahora el balbuceo del niño.
- Se ha despertado el niño… ya voy yo –dice ella-
Se levanta y recoge las bragas del suelo. Antes de acudir a ver al bebé, pasa rápida al baño para darse un lavado en el bidé. Por los muslos le gotea su flujo, mezclado con el semen de su yerno.
Tras este primer encuentro, Daniel y su suegra follaron a menudo. Aprovechando las ausencias de Laura, y ya con menos prisas y miedos, Daniel la abordaba en el baño, en el pasillo, en la cocina… Se entendían muy bien haciendo el amor y lo disfrutaban.

malito79 no está en línea   Responder Citando
 
Page generated in 0,09281 seconds with 11 queries