Además de la discusión sobre el ingreso o no al gabinete de Juan Manuel Santos, el Partido Verde empezará a resolver desde este jueves otro debate, incluso más intenso. Dar respuesta a la propuesta de 180 militantes del partido que, según el acta del III Congreso Nacional Verde, celebrado el pasado 25 de noviembre, exigieron la expulsión de los congresistas Jhon Sudarsky y Ángela María Robledo.

La petición se produce por la decisión de los parlamentarios, de la corriente de Antanas Mockus, de no apoyar la candidatura de Enrique Peñalosa a la Alcaldía de Bogotá.

Según los 180 militantes, Sudarsky y Robledo habrían incurrido en doble militancia, pues también declararon su respaldo a Antanas Mockus que se inscribió como candidato de la Alianza Social Independiente aunque posteriormente adhirió al proyecto de Gina Parody.

Piden los delegados que “de manera inmediata y sin dilaciones sean expulsados irrevocablemente y por ende retiradas las credenciales de la representante Ángela María Robledo y el senador John Sudarsky teniendo en cuenta los vergonzosos hechos de sabotaje y boicoteo promovidos y realizados durante el Congreso Nacional del Partido, constituyéndose los mismos en una falta de respeto de carácter gravísima, en contravía de los conceptos, principios y valores establecidos en los estatutos del Partido Verde.”

La Dirección Nacional, en ese entonces, propuso no revocar las curules y credenciales de los congresistas elegidos, y a cambio proceder de manera democrática a remitir esta propuesta a la comisión de ética del Partido “para garantizar el debido proceso”.

Este jueves, según confirmó el secretario del partido, Néstor Daniel García, la Dirección Nacional del Partido Verde conformara el Comité de Ética que podría proceder a abrir un expediente disciplinario contra Sudarsky y Robledo.

Ambos congresistas, en diálogo con Semana.com, explicaron que sus conductas fueron de abierta disidencia con la candidatura de Enrique Peñalosa, pero que en ningún momento constituyen conducta de doble militancia, la cual es sancionada por la ley de partidos políticos.

“No hubo doble militancia. Solo fue un ejercicio de disidencia frente al acompañamiento del expresidente Álvaro Uribe a la candidatura de Enrique Peñalosa”, explica la representante a la Cámara Ángela María Robledo.

“No apoyamos a Peñalosa porque violó los principios del Partido al aceptar el respaldo del expresidente Álvaro Uribe. Los principios del Partido eran contrarios a la forma como se reeligió Uribe y a la forma como, mediante un proyecto de referendo irregular, intentó reelegirse por segunda vez. Nosotros nos opusimos a que Uribe apoyara un candidato del Partido Verde”, dice el senador Jhon Sudarsky.

En la reunión demostrarán que en el pasado debate electoral no apoyaron en ningún sector del país un candidato que no perteneciera al Partido Verde. Sudarsky, además, explica que sí hubo militantes del partido, que teniendo candidato, decidieron apoyar proyectos de otros partidos. “Si están buscando chivos expiatorios estamos listos a que nos degollen, pero no como borregos”, dice el senador al advertir que darán la pelea mediante argumentos.

"El origen del Partido Verde está en corrientes políticas diversas, aglutina distintas perspectivas, se vio en campaña, se vio en el mismo origen del movimiento. Tenemos derecho a disentir", sostiene Robledo.