Un hombre está intentando entretener a su huésped en un club, pero resulta que el huésped era un testigo de Jehová de esos que tienen prohibido fumar, beber, etc... entonces le dice:
-Caballero, ¿Le apetece un whisky?
-No, gracias, ya lo probé una vez y no me gustó. No lo he probado nunca más.
-Ah, bien. ¿Entonces toma una cerveza?
-No, gracias, la probé una vez y no me gustó. No he vuelto a probarla.
-¿Que tal si jugamos al billar?
-No, gracias, jugue una vez y no me gustó. No he vuelto a jugar.
-¿Y una partida de ajedrez?
-No, no, gracias. Jugué una vez y no me gustó. Pero aquí está mi hijo. Es un jugador de ajedrez excelente.
-Su unico hijo... supongo