Esta historia es super heavy y es 100% verdadera. Me dejó excitado y aburrido pero la vida es así.
Esto sucedió en 2006, yo vivía en ese entonces en el exterior y viajé a Bogotá a pasar la navidad en familia. Una amiga de una amiguita me había agregado al Facebook y veníamos chateando hace meses, entonces la cosa estaba como lista. Nos encontramos una tarde en Gato Negro del parque 93, nos pusimos a hablar mierda y Caro, su nombre, me había contado que estaba peleado con su novio, Juan (si, nombres verdaderos jaja pero son tan comunes que no importa). Nos tomamos varios chorros hasta quedar super prendos, luego nos fuimos a un apartamento prestado para darle sus regalitos. Dos cucos de Victoria’s Secret tipo cachetero y una crema para la piel de la misma marca. En la sala me pidió prestado el celular para llamar a Juan ya que se le había descargado su celular. Yo creo que era realmente porque no le quedaban minutos pero le dije que claro que si. Ella le hizo un reclamo de alguna guevonada que ya no recuerdo. Cuando colgó le di un beso con lengua como para traerla de regreso al momento.
Entramos a la alcoba y le pedí a Caro que se probara el primero de los cucos. Fue al baño y regresó deliciosa, sin los jeans apretados que tenía, con los cucos pink que exaltan las nalgas. Carito es de cara bonita (mas no angelical jeje) mide 1.68, de piel canela, ojos castaños y pelo negro con iluminaciones. Ella desfila ropa interior en TV, entonces se imaginarán la delicia: cola, tetas, piernas, abdomen. Entonces le di los segundos cucos y ella estaba ya tan desinhibida que se cambió ahí delante de mi, aun con los tacones puestos e igual la blusita. Le vi la cuca pelada, yummy, se puso los otros cucos y listo. Ahora saqué la crema y le pregunté si quería un masaje. “Uy si” y se fue quitando la blusa y se acostó boca abajo. Le desabroché con una mano el brazier, le eché crema en la espalda y le sobaba a los lados tocándole las tetas.
Aproveché el momento de euforia que teníamos y le quité los cucos (disque para no ensuciarlos jeje). Le sobé las nalgas deliciosamente y metí más crema e inserté mis dedos de una a la cuca y el ano que por la crema entró sin fricción. Jamás había sido yo tan osado y rápido (ok, casi nunca jeje), pero ahí estaba, manoseando a este bombón sin ninguna restricción. Me fui desnudando sin dejar de tocarla, rápidamente me puse un condón, la volteé boca arriba, le sampé un beso y la clavé hasta el fondo. Cuando estábamos culeando a un ritmo salvaje, ella me pidió de nuevo prestado el celular y volvió a llamar a Juan. No lo podía creer! Se lo presté pero me hice boca arriba y ella me empezó a cabalgar. Mientras tanto el man le contestó y ella le hacía más reclamos pero que lo quería mucho. Pobre Juan. Eso me pareció super hot porque tenía mi vergota abriendo una gran cavidad en su estrecha cuca y ella gimiendo entre palabras. Colgaron pero me quedó la pica.
Cuando la volteo boca abajo y le empiezo a dar por detrás (no fue anal, sorry, es una historia verdadera) en forma de perrito, se me ocurre en plena locura llamar a ese man. Solo tuve que repetir el último número y puse el celular sobre la almohada para que el tipo escuchara. A pesar de que no estaba en altavoz ella escuchó la voz de su novio y agarró el celular. Yo mientras tanto empecé mi ritmo rápido para por fin terminar (la combinación de tragos y condón fue superada por el morbo de la situación). Ella seguía diciéndole babosadas de amarlo cuando me vine, y de puro malparido, exageré mi grito de orgasmo “Me vineeeeeee aggggggggggghhhhhhhhhhhhhh” en la oreja que ella tenía al celular, para que el viejo Juan no le quedara duda alguna que alguien estaba reventándose dentro de la cuca de su amada. Cuando no me quedó una sola gota más me salí y me acosté al lado. Ella le dijo algo a Juan y colgó.
De vez en cuando yo venía de viaje a Bogotá y nos encontrábamos y teníamos sexo rico, sin líos, y nunca más con ese nivel de drama, pero si me quedó esa experiencia deliciosa aunque muy heavy, cada quien sacará sus propias conclusiones. Caro está ahora en una relación seria y se va a casar (no con Juan), entonces me tiene a kilómetros para no dañarle la cabeza.