Respuesta: Holanda cerrará ocho prisiones por falta de malandros En nuestros países los legisladores penalizan cualquier conducta que se salga de la normalidad, o que son simples enfermedades como encarcelar a los adictos en vez de darles tratamiento.
Hace mucho se ha luchado por el llamado derecho penal mínimo, es decir, castigar aquellas conductas que atenten gravemente contra la sociedad, excluyendo las de mínimo impacto social que se tratarían de otra manera, con trabajo comunitario, por ejemplo.
Este es el caso de Holanda. Aquí, como dice un viejo dicho, a nadie se le niega un auto de detención. Incluso, cualquier hecho que pase, autoridades y opinión pública lo primero que hacen es pedir que se pudra en la cárcel.
Cambio de mentalidad, de leyes, y sobre todo un gran esfuerzo en la educación como lo mostró Mockus en su momento y Sergio Fajardo en Medellín, es uno de los pilares para edificar una nueva sociedad.
Hay que seguir apostándole a eso, a la educación, camino largo, dificíl, pero cuyos resultados cambian a un país, no bombardeando como lo propone un primate por estos días y lo hicieron en Estados Unidos en tiempo de Pablo Escobar, cuando dijeron que si se arrasaba a Medellín con bombas se acababa con los carteles de las drogas.
A los adultos de hoy hay que perseguirlos y castigarlos. A los niños, educarlos, nutrirlos, brindarles oportunidades, para que edifiquen el país con el que todos sueñan. No será el paraíso pero sí mucho mejor que el que tenemos. |