Añoro volver a quien me inspiro estas palabras...
..pero no...tristemente los buenos momentos siempre se acaban, no son eternos...si fueran eternos, no serian deliciosos momentos, sino simple rutina y es que pervertir la mente con lujuriosos detalles instanciales, hace que nuestras vida se aleje un poco de la absurda monotonia...Si, cada minuto era un tesoro para mi y sin embargo tambien representaba un martirio...si un martirio, porque tres horas despues una luz grosera ilumino el recinto y las notas de una cancion de Hector Lavoe me estrellaron con violencia al piso de mi realidad vivencial..."Todo tiene su final...nada dura para siempre...Tenemos que recordar de que no existe eternidad..."
Y ella se puso de pie y ya mis ojos no la vieron como una sensual diosa del placer... la luz reflejo sus mas intimos defectos y la luz apago mis mas ardientes deseos...