Ver Mensaje Individual
Antiguo 30-12-2011 , 21:31:25   #2
andymima
Recien Registrado
No Tiene Avatar Configurado
Me Gusta
Estadisticas
Mensajes: 36
Me Gusta Recibidos: 27
Me Gustas Dados: 0
Ingreso: 23 dic 2011

Temas Nominados a TDM
Temas Nominados Temas Nominados 0
Nominated Temas Ganadores: 0
Reputacion Poder de Credibilidad: 0
Puntos: 161
andymima el Usuariox se nos esta haciendo popularandymima el Usuariox se nos esta haciendo popular
  
Post Laura me sorprende en La guarida (continuación)

Pero lo que termino de instalar el miedo en mi fue el arribo de dos jóvenes, fuertemente tomados por los costados por algunos muchachos. Uno de ellos era un varón, de pelo negro y bastante alto, que no oponía mayor resistencia. Su acompañante era una jovencita, bastante más baja, pelo también negro pero con mechones teñidos de distintos colores. Ella sí se mostraba bastante más inquieta, forcejeando por momentos con quienes la sujetaban. Algo me llamó la atención en sus rostros, aunque no pude descifrar qué era en un comienzo.
Los llevaron hasta el centro de la habitación y allí los soltaron mientras todos comenzaron a formar un circulo al rededor de ellos.
- ¿Que nos van a hacer?
¡Déjenos tranquilos! -reclamó la muchacha muy nerviosa-
- ¡Silencio! -ordenó uno de los presentes-
Miré hacia allí y reconocí a la amiga pelirroja de mi sobrina, que me había cruzado el día anterior cuando fui a buscarla. Entonces comencé a explorar los distintos rostros, procurando encontrar a Laura entre los presentes. Pronto identifiqué a la segunda amiga que había visto antes, la castaña, que se encontraba parada en el círculo. Laura no estaba allí lo cual me alivió, ya que tenía la sensación de que aquello podía derivar en una violación. Si bien aquella posibilidad era terrible, el hecho de que Laurita no participara de aquello me daba cierto alivio. Pronto entendería que estaba ante un doble error...
- Por favor, déjenla a ella, hagan conmigo lo que quieran -dijo el muchacho-.

- La cosa no funciona así...

- ¡Me quiero ir! -grito la jovencita-

En ese momento dude sobre lo que debía hacer. Solo por un instante evalué la posibilidad de intervenir, pero bastó con ver el gran numero de presentes (más de treinta) para que desechara inmediatamente aquella posbilidad, manteniéndome oculto en las sombras.
- ¿Te querés ir? -le preguntó una voz masculina- ¿Estás segura?

- Es que... es que no pensé que tenía que pasar por esto.

- No nos queremos ir -respondió con seguridad el joven cautivo al tiempo que miraba a su acompañante con seriedad-.

- No, no nos queremos ir -confirmó ella bajando la cabeza-.

- Si se quieren ir, pueden irse ahora, pero ya saben que luego no hay marcha atrás. Si se van, nunca más podrás intentar entrar.
¿Lo comprenden?
- Si -respondieron ambos a la vez-.
Aquello me desconcertó, efectivamente nadie los estaba reteniendo físicamente en ese momento, aunque debo decir que estaban rodeados. Pero además sus palabras permitían entrever que aquello no apuntaba a una violación, ya que parecía ser que los dos jóvenes permanecían allí porque así lo querían. Ese primer error en mi interpretación de la situación me trajo alivio... no sabía entonces que mi segundo error pronto se revelaría y traería consigo una situación aún más inquietante.
- ¿Cual va a ser la iniciación para ellos? -preguntó uno de los presentes-

- Que los cojamos todos -se escuchó-.

- ¡Noooo! Eso no tiene gracia. Esa iniciación ya la hemos hecho mil veces, tenemos que pensar algo más interesante...

- ¿Que tal si yo me lo cojo a él y las chicas se aprovechan de ella? -dijo un muchacho- Estoy seguro que eso sería una buena iniciación...

- ¡Vos siempre queriendo meterle tu pija en el culo a cuanto muchacho nuevo aparece Carlitos! ¡No podés con tu condición!

Todos sonrieron menos la chica en el centro, que permanecía con la mirada baja, y el muchacho que, tras oir esta última proposición, dio muestras de temor en su rostro.

- ¡Si a vos se te ocurre algo mejor proponelo! -protesto Carlitos, que de hecho se trataba de un joven muy fornido, de unos dos metros de estatura-.

- No te enojes -intermedió otro de los presentes-, lo tuyo podría estar bien para él, pero no la incluye a ella. Pensemos un poco más, a ver si se nos ocurre algo mejor. ¿Para que invierten nuestros padres en nuestra educación sino? -preguntó causando la risa de la mayoría-

Se escucharon entonces unos pasos que subían presurosos por la escalera. Instantes después vi llegar a mi sobrina, que parecía bastante agitada...
- Disculpen el retraso -dijo tras recuperar algo de aire-, es que me retrasé en una clase.

- ¡Al fin llegaste! Pensábamos que te lo ibas a perder...
- Pues aquí estoy. ¿Ya decidieron que les toca?
- Estamos en eso. Como te imaginarás Carlitos quiere entrarle al culo de este... pero bueno, tampoco han salido otras ideas. Pero ahora que estas vos...

- Y bueno, ya se me ocurrirá algo...

- ... como siempre Laura!!!

Aquel diálogo comenzaba a mostrarme mi segundo error: mi sobrina no solo era parte de aquello, sino que además parecía ser una de las cabecillas. Yo no salía de mi asombro, lo cual era mucho decir para todo lo que ya me había tocado experimentar durante las últimas horas.

- ¡Ya lo tengo! -exclamó Laurita- ¡Ya se cual va a ser la iniciación de los mellizos Hernandez!
Comprendí entonces la sensación extraña que tuve al verlos. Con ese último dato fue fácil identificar la gran similitud de sus rostros, pese a las diferencias por sus respectivos sexos y el cabello.
- ¿Que se te ocurrió Laura? -preguntaron varias voces ansiosas-

- La cosa es así: para poder pasar esta iniciación y ser considerados miembros de “la guarida” tienen dos opciones, o mejor dicho tú tienes dos opciones -afirmó dirigiéndose al muchacho-. La primera opción es que Carlitos haga contigo lo que le plazca, mientras nosotros filmamos todo, como ya sabes que es habitual en las iniciaciones.

- No, no, eso no -protestó el joven-
¡Es demasiado! ¡Me tenés que dar otra opción!
- Claro que si -continuó mi sobrina, con una mirada que me atemorizó-, te vamos a dar otra opción... la otra posibilidad que les ofrecemos deja a tu culito a salvo, nadie te va ha tocar -afirmó mientras el muchacho daba muestras de alivio-.

- ¿Cual será nuestra iniciación entonces? -pregunto seguro de que la segunda opción sería mejor que la de Carlitos-
- Pues la otra opción es que tu le hagas a tu hermana todo lo que nosotros te digamos. Nadie más podrá tocarla hoy, solo tú, pero tendrás que hacerle lo que nosotros te digamos. Si así lo haces los dos serán miembros de “la guarida”.
Al oír aquel planteo todos los presentes festejaron la ocurrencia, todos menos tres: el muchacho, que quedó paralizado mirando la nada; su hermana, que le miraba fijo a él con desesperación; y yo, que estaba helado, no solo por la situación que se presentaba, sino además porque era mi sobrina quien la había concebido.
- ¿Y bien?
¿Que elijes muchacho? -preguntó Carlitos mirando con lujuria al joven, mientras este permanecía inmóvil sin responder-
- Dale nene, dijo la morocha amiga de Laura. Si no elegís vos vamos a tener que realizar las dos opciones por las dudas... En ese momento el joven pareció recuperar su movilidad, miró a su hermana por un instante sin decir palabra. Todos los presentes pudimos darnos cuenta que ya había tomado una decisión. Todos incluida su hermana, que comenzó a llorar...
- ¡No seas hijo de puta! ¡Sacrificate vos por los dos!

- Ya elegí -le respondió con sequedad el muchacho-.


CONTINUA ABAJO...

andymima no está en línea   Responder Citando
 
Page generated in 0,07328 seconds with 11 queries