Ocurre en la provincia indonesia de Aceh, al norte de la isla de Sumatra. En la última redada, detuvieron a 64 jóvenes a la salida de un concierto y los enviaron a un centro para “rehabilitar su moral”



Los 64 jóvenes, cinco de ellos chicas, fueron arrestados el sábado 10 de dicembre por la noche en el parque Taman Budaya de Banda Aceh, donde se celebraba un concierto con fines benéficos, y este martes 13 fueron trasladados a una escuela de policía para recibir “reeducación”, indicó el periódico The Jakarta Globe.



“Primero les cortamos el pelo. Luego los bañamos en una piscina. Les dimos una lección”, dijo el inspector jefe de la Policía de Aceh, Iskandar Hasan. El funcionario, que negó que el castigo sea una violación de los derechos humanos, agregó: “Les cambiaremos la ropa tan desagradable por ropa más bonita. Les daremos jabón, cepillos y pasta de dientes, sandalias y el equipo para rezar”, añadió

El jefe de Policía añadió que invitará al consejo islámico de clérigos para que participen en “restaurar la moral y la manera de pensar correcta” de los detenidos.



Los jóvenes, que permanecen retenidos a pesar de que no se hayan presentado cargos en su contra, pasarán diez días en la escuela recibiendo lecciones de religión, detalló el teniente de alcalde de Banda Aceh, Illiza Sa’aduddin Djamal, al portal tribunnews.com. “Después de recibir estas guías esperamos que puedan vivir una vida normal”, aseguró. “Las comunidades punk no deben existir en Aceh porque aquí la gente está comprometida con el cumplimiento de la ley islámica”, sentenció el alcalde.

La Coalición pro Derechos Humanos de Aceh criticó la acción de la policía por violenta e ilegal. “No hacían nada malo. La música punk es su manera de expresarse y están en su derecho de expresarse libremente”, advirtió el director de la organización, Evi Narti Zain. A principios de mes, la policía arrestó otros 25 jóvenes punk en Banda Aceh y les rapó la cabeza por considerar que sus crestas eran contrarias a la ley islámica y que causan desorden público.



Tras tres décadas de conflicto separatista, el gobierno Indonesio aprobó un estatuto especial para Aceh que autoriza esta provincia a implementar el código penal coránico. La legislación prevé, entre otras, la para personas que mantengan relaciones sexuales lapidación en casos de adulterio y los latigazos en público prematrimoniales.