Ayer, un sitio de noticias estadounidense, decidió demandar a un ex empleado por haber utilizado la base de datos de dicha firma, para agregar followers a su cuenta personal de Twitter.
La demanda por un monto cercano a los 360 millones colombianos, fue interpuesta contra Noé Kravitz, un escritor de Oakland (California) que logró sumar 17.000 seguidores en la red de microblogging, cuando trabajó para "PhoneDog", un sitio web con noticias sobre teléfonos móviles.
En octubre del 2010 -luego de dejar la empresa donde tuiteaba bajo el nombre de "@Phonedog_Noah"- Kravitz cambió el nombre de su cuenta corporativa por el de "@noahkravitz", llevándose a todos los seguidores.
Tras dicha acción, PhoneDog ha iniciado un procedimiento legal por daños y perjuicios, que toma en cuenta el valor de mercado de los contactos en la red de 140 caracteres.
Por su parte, Kravitz señaló al New York Times, que PhoneDog había acordado que podía mantener a los seguidores, siempre y cuando cambiara el nombre de usuario de su cuenta.
Con todo, lo cierto es que el caso está recién empezando, pero su conclusión de seguro sentará un precedente que obligará a mejorar la jurisdicción referente a este tipo de casos.