Lujuria de Diciembre En su mirada azabache,
Tan penetrante y náufraga,
Se guarda un lívido voraz
Que desborda por ser escuchado. Sus labios carmesí
Se contraen entre sí,
Impacientados por domar
Lo que quiera.
Y su esencia de femme fatale
Transpira deseo
Pero no cualquiera…
La intensidad de sus gotas
Se evaporan
en su piel mediterránea…
Hambrienta de tacto
y sedienta de una
Húmeda travesía.