Mourinho ha convertido al Real Madrid en una máquina de reivindicar: él lo hace ante todo lo que se mueve, sus titulares lo consiguen en cada partido (con la excepción por todos conocida), y los suplentes aprovechan cada minuto para lucir su condición, que sería de indiscutible en casi cualquier otro equipo del mundo.
Si hay alguien que reclama más minutos, ese es José Callejón, y se encargó de pedirlos desde el césped en apenas media hora. Benzema se desmarcó creando el hueco preciso para que Özil sacase el cartabón y dejase solo a Callejón, que hizo con un derechazo cruzado su octavo gol de la temporada.
Inmediatamente después, el ex del Espanyol buscó la puerta grande con una acción colosal, aprovechando la mala salida del portero rival, que sin embargo se quedó en ovación con saludos. Sin ángulo, pero sin portero, intentó un disparo con rosca que se dirigió con peligro al arco, pero que acabó por toparse con el larguero. En el 'sobrero', cuando el partido encaraba la recta final, sí que logró los trofeos suficientes como para salir a hombros, aprovechando una diagonal para batir con temple a Quintana. Era el quinto, pero entre medias, más raciones de jugadores que quieren más entrevistas, portadas y, sobre todo, tiempo para demostrar sus cualidades.
Puestos a buscar protagonismo, quién mejor que Nuri Sahin para levantar la voz. O levantarse en el aire para marcar el segundo en un certero cabezazo. El turco volvió a demostrar su categoría con el balón y sus carencias físicas, que siguen pudiendo obedecer a una baja forma pero que ya tienen a más de uno con la mosca detrás de la oreja.
Un caso parecido es el de Esteban Granero, a quien su debilidad defensiva ha condenado al ostracismo en la segunda temporada de Mourinho. Sin embargo, su enorme calidad aflora en cuanto tiene la mínima oportunidad. En la fría noche madrileña surgió desde un lanzamiento de falta. Aprovechando que no estaba Cristiano, el 'Pirata' tiró de galones frente a Altintop, que se quedó con el molde. El disparo superó la barrera y apenas pudo ser rechazado por Quintana. Varane, que se había incorporado por si la situación lo requería, remachó el balón a la red.
Enfrente había un rival, la Ponferradina. Y estaba haciendo las cosas bien. Incapaces de salvar el tremendo escalón de nivel, al menos propusieron fútbol, algo de agradecer. Acorán personalizó el premio al superar a Pepe y batir a Adán desde la frontal.
Con 3-1 Mourinho dio entrada a Joselu, quien tardó un minuto en decir 'aquí estoy yo'. Otro gallo para un gallinero al que no le quedan plazas. El Madrid sacó con el balón en movimiento, pero el árbitro miró para otro sitio y dejó seguir. Granero y Callejón armaron la jugada, y el canterano la definió en el primer balón que tocó.
Noche de fiesta en el Bernabéu y el Real Madrid, a los octavos