No nos vayamos tan lejos. En nuestra querida Colombia, sólo hasta el 31 de octubre de 2003, es decir, apenas hace ocho años, fueron inauguradas las primeras escaleras eléctricas en Manizales en el Centro Comercial El Arroyo, convirtiéndose en una sensación, al punto que en los primeros ocho días ya habían montado en ellas 60.000 manizaleños.

Revivamos la noticia:

"Llegó el siglo XX

REGION Los habitantes de Manizales experimentan cambios en su vida cotidiana por la apertura de dos centros comerciales y la llegada de las primeras escaleras eléctricas.
Lunes 8 Diciembre 2003

En el último mes y medio en Manizales no se habla de otra cosa que no sean las escaleras eléctricas. La mayoría de los casi 400.000 habitantes de la capital caldense rememoran cuándo y dónde fue la primera vez que montaron en este ******o mecánico, inventado por Jesse Reno y Charles Seeberger a finales del siglo XIX y popularizado por la compañía Otis en el XX. Algunos las conocieron en Pereira, otros en Medellín y unos cuantos en el exterior. Pero nunca las habían usado en Manizales.

Los promotores de Cable Plaza, el moderno centro comercial que se inauguró este fin de semana sobre la Avenida Santander, en el sector del bulevar del cable, querían ser los pioneros de las escaleras eléctricas. Los tres tramos de éstas con capacidad para transportar 6.750 personas por hora iban a ser, junto con el primer local de Carulla y las cuatro salas de Cinemark, una de las novedades de este proyecto, que costó 24.000 millones de pesos.

Pero Julián Serna, un reconocido comerciante, les ganó por una nariz. Las instaló primero en un local que construyó sobre la Avenida del Centro, en el sector de La Galería. El Centro Comercial El Ahorro, cuyo fuerte es el supermercado del mismo nombre, tiene 6.200 metros cuadrados de construcción, 40 locales comerciales, 168 parqueaderos y, para los anales de historia de la ciudad, las primeras escaleras eléctricas de Manizales pues entraron en funcionamiento el 31 de octubre pasado.

Antes de ponerlas en marcha, Serna decidió que se hicieran visitas guiadas por el edificio para que los visitantes, personas de estratos 1, 2 y 3, en su gran mayoría, supieran cómo usarlas. Las tres primeras semanas, además, dos jóvenes le ayudaron a la gente a subir y a bajar de las mismas. Y al día siguiente de la inauguración, como cuenta Manuel Alberto Soto, director local de Fenalco, había una fila de una cuadra con personas que querían subir o bajar en ellas.

El éxito fue inmediato. Los sábados, el día en que La Galería tiene mayor afluencia de campesinos de los pueblos que traen sus productos para vender en el mercado, la gente se aglomera en la calle para ver a través del ventanal montarse en las escaleras a otras personas o verlos tomándose fotos al hacerlo. Los propietarios de El Ahorro calculaban que en los primeros 15 días de funcionamiento del centro tuvieron por lo menos 60.000 visitantes.

A un sector de la población le molesta esta explosión de emoción popular. Más de uno comenta: "¡Qué pena, los pereiranos deben estar burlándose de nosotros!", "¡qué montañerada!", "que chévere tener escaleras eléctricas, pero ¡no contemos!".

Manizales y Pereira han tenido, desde la desintegración del Viejo Caldas, una fuerte rivalidad por ser la ciudad más desarrollada de la región. Pero más allá de las escaleras eléctricas, que no dejan de ser una anécdota más en esta disputa, para Manizales la apertura de estos dos centros comerciales es una apuesta fuerte para hacer de su ciudad un polo de atracción regional ahora que las distancias se han acortado gracias a la Autopista del Café.

Cable Plaza es el primer centro comercial moderno que se construye en la capital caldense en los últimos 20 años y va a cambiar la vida cotidiana de la ciudad porque va a abrir sus puertas todo el año en horario continuo hasta las 9 de la noche. Es probable que escenas similares a las que se vivieron en El Ahorro se repitan en este lugar. Nadie querrá perderse la oportunidad histórica de observar las segundas escaleras eléctricas que llegaron a la ciudad. Porque llegaron con 103 años de retraso, pero llegaron."

Fuente: Semana