Si Google sabe tanto sobre nuestra vida, ¿por qué no dejarle el coche y que conduzca por nosotros?
La patente que la compañía del buscador ha registrado en EEUU dibuja un futuro en el que el coche, con la ayuda de Google, podría funcionar de forma autónoma, sin conductor de por medio.
El sistema de Google, que es otro más de los que trabajan en conseguir que en el futuro la circulación se gestione sola, se basa en un punto de referencia en el suelo desde el que el coche podría iniciar una ruta preestablecida.
De forma similar a las etiquetas RFID, el suelo contendría información que el coche leería para conocer los datos exactos de la situación del coche (y no depender del GPS en ese momento). La idea ya está patentada, pero para que pueda llegar a ser realidad, mucho tiempo ha de pasar, pues la infraestructura necesaria no es baladí.