Bogotá D.C., nov. 29 de 2011 - Agencia de Noticias UN- Si la creación del mundo demoró siete días, lograr cambiar la estacionalidad de la pitahaya en tres días traerá beneficios económicos para los productores colombianos.
Así lo establece una de las tres investigaciones que sobre este fruto adelantó la Universidad Nacional de Colombia en Palmira, a través del grupo investigativo que coordina la profesora Liliana Serna Cock.
La pitahaya es, según la definición de la Real Academia Española de la Lengua, “planta de la familia de las Cactáceas, trepadora y de flores encarnadas o blancas según sus variedades. Algunas dan fruto comestible”, como la variedad que se siembra en Colombia y se exporta. Se conoce como la “fruta del dragón”.
Es un fruto muy delicado para su transporte y tiene una duración de 12 a 13 días. Mediante el trabajo investigativo del grupo de la Sede Palmira, se prolonga por tres días más, con los beneficios que de ello se desprende. Aunque pueden ser tres días menos, es decir, también se puede adelantar su maduración.
“Se propuso una alternativa de uso del unometilciclopropeno, un retardante de maduración, y con él romper la estacionalidad del cultivo. Logramos aumentar en tres días el tiempo de vida útil de la fruta aplicándola en precosecha y poscosecha. La novedad es que cuando se aplica esta sustancia en precosecha se acelera el proceso de maduración, y en caso contrario, en poscosecha, lo retarda”, explicó la científica.
La profesora Serna indicó que cuando se habla de tres días en la prolongación de la vida útil en un producto con tanta fragilidad puede sonar a poco, pero representa un 20% de la producción preservada que se beneficia con este trabajo.
Recordó que los trabajos comenzaron en el 2006, con el objetivo de aumentar la competitividad del sector pitahayero en Colombia y favorecer su exportación.
El otro proyecto propuesto por el equipo de trabajo de la UN en Palmira fue el de encontrar alternativas de agroindustrialización con valor agregado para pitahaya amarilla. Esta fruta es una de las de mayores dificultades en su cosecha en el mundo y es muy escasa por los líos en su transporte. El 90% de la fruta está compuesto de agua y es rica en hierro, calcio y fósforo. Su valor nutricional es de 210 kJ/100 g, y contiene vitaminas B, C y E.
“Con la ayuda de profesores de Diseño Industrial y bajo mi coordinación se revisaron herramientas de selección, clasificación y recolección y se propusieron alternativas como la liofilización y la osmoliofilización. Se mandaron muestras de la fruta liofilizada y osmoliofilizada a Japón, por un pedido de Asopitahaya, y están en plena negociación”, declaró.
La investigadora agregó que el tercer proyecto, y que está en búsqueda de financiación, utiliza los adelantos de la UN con su grupo de bacterias acidolácticas. “Con el uso de una bacteria acidoláctica podremos controlar la pudrición basal, enfermedad que afecta seriamente la producción de esta fruta”, puntualizó.
La fruta del dragón se produce especialmente en Centroamérica, Tailandia, Vietnam y en Colombia.