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Antiguo 04-11-2011 , 14:20:18   #23
chido666
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chido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacionchido666 conoce todos los secretos de la reputacion
  
PixelSHERLOCK Finished Respuesta: Alicia y sus cuñados.

-Claudia me solicitó que comprara todas las cosas en el supermercado, -Le decía Rolando a mi suegra-, a partir de hoy, vendremos a comer aquí, ella y yo, pero no la molestaremos con los gastos, solo con la preparación, jeje.

-Y ¿Cómo voy a ir al supermercado a traer todas estas cosas de la lista? Si estoy cuidando a mis otros nietos… ¿Por qué no pasaste a comprarlas tú?

-Claudia me dijo que fuera yo, pero la verdad, es que no se comprar en el supermercado, soy capaz de traer alimentos de mala calidad, espero que no se lo diga a mi esposa, por eso le pido que vaya usted… Por mis sobrinos no se preocupe, que yo los cuido, además están en este momento dormidos. Vaya, aquí la espero hasta que regrese.

-Está bien, dame el dinero.

-Aquí lo tiene, pero recuerde… No se lo diga a mi esposa, si no me regaña.

-No te preocupes, no le diré ni media palabra.

Salí corriendo a ocultarme, estuve asechando, hasta que mi suegra desapareció. Regresé a mi punto de observación. Rolando colocaba su celular en una mesita, cerca de la cama y se desnudaba completamente, me imagino que estuvo tomado fotografías de mi mujer, que yacía “dormida”, con las piernas ligeramente cerradas, su pequeña bata estaba enrollada en su cintura, sus enormes pechos están afuera de su bata y cubiertos completamente de saliva. Rolando, no había perdido tiempo y le había mamado ya, sus redondos cantaros de carne. Mi señora se miraba gloriosa, sus torneadas piernas unidas a su entrepierna, formaban una erótica y sensual “y griega”, de su plano abdomen, sobresalían, sus soberbios vellos púbicos y su libertino ombligo. Rolando sujetó sus tobillos y le abrió las piernas completamente, se subió a la cama, y se situó en medio de sus piernas, restregó con vehemencia su garrote en la pepita de mi mujer, cerraba los ojos, o los ponía en blanco, de la excitación que sentía. Acarició su sedoso cabello, rizado y negro; besó sus orejas; sus cejas; su nariz; sus mejillas; mientras movía su pelvis en círculos, tratando de enterrarle su tolete, en la delicada almejita de mi señora. Acarició los labios de mi señora, con su lengua, la cual empujó bruscamente dentro de su boca y la besó con frenesí, una, y otra, y mil veces más. Lamió todos los recovecos de aquella boquita dulce, mordía suavemente su largo cuello, dejándole marcas, la chupeteaba con ansia, como vampiro sediento, agarró sus enormes y redondos cantaros de firme carne, y las contemplaba con admiración, me imagino que diciendo, “estas si son unas reales tetas, no las manzanitas de mi mujer”, se agachó, y antes de exprimirlos con violencia, los chupó y mordió a su antojo.

Besó con pasión, toda la redondez de sus enormes chiches, luego, bajó hasta su cintura, besó su ombligo, metió su lengua en el hoyito y la deslizaba en círculos, luego lo volvía a besar, le dedico unos minutos a esa labor. Mi señora, no decía nada, de vez en cuando entreabría los ojos para ver a su cuñado, se mordía el labio inferior y nuevamente cerraba sus ojos verdes, estaba en estado de éxtasis y a la vez de euforia.

Rolando metió sus manos por debajo del cuerpo de mi mujercita, palpó y agarré sus nalgas, las estrujó con vehemencia. Con sus manos, separó sus labios y comenzó a tantear su rajita y notar la humedad que allí había, y posó sus labios en el conejito de Alicia y empezó a chupar, a mamar, mientras su panocha destilaba mil deliciosos jugos, que el absorbía con glotonería. Alicia se vino una y otra vez, y Rolando bebía gustoso su néctar prohibido, la movía como trapo en diferentes posiciones, sin preocuparse de que “despertara” mi mujer, le mamó su panocha hasta que se cansó, le mordió las enormes y blancas nalgas de mi mujer, le mamó el agujero de su culo, hasta que de pronto, en mi ángulo de visión, aparecía la cabeza de Rolando, envuelta entre las piernotas de mi señora, y veía claramente, como sacaba su larga lengua y la introducía en la panocha de mi esposa. Con sus manos, le abría los cachetes de las nalgas, como para enseñarme el agujero del culo de mi señora, que palpitaba con dilación cuando bañaba el rostro de su cuñado con sus jugos. Cuando se quitó las piernas de mi mujer, más al fondo, miraba asombrado como Alicia, subía y bajaba su cabecita, mamando con rabia, la verga de Rolando, de pronto saltó fuera de sus labios, el garrote de mi concuño, y los peludos huevos chocaron con la naricita de mi mujer.

Rolando se hincó, tomó los tobillos de mi mujer y se los puso en los hombros, apuntó su tolete en la entrada de mi mujer, y se la dejó ir hasta el fondo, movía su pelvis a una velocidad endemoniada, enterrándole el garrote, una, y otra vez, en la delicada cuevita de mi señora, que tomándolo de los cabellos, empezó a quejarse ruidosamente.

-¡Ay! ¡Ay! ¡Mh! Que rico, ¡Ah! ¡Ah! Cuñadito, entiérrame tu vergota, -le decía mi señora-, cógeme con todas tus ganas, que me tienes bien caliente. Así, que rica sensación, ah, ah, uf, me coges tan rico, está tan caliente tu vergota.

-Siempre te quise tener así mamacita, toda ensartada con mi reata, tienes la panocha tan calientita y cerradita, que pareciera que tu marido no te da.

-Mi esposo tiene mucho que no me coje, ¡ah, ah ay! Que rico, Dios mío. Tiene su penecito muy chiquito, no se compara con el tuyo, es tan grande, que rico me la metes papito.

Alicia, rotaba sus caderas circularmente, para enterrarse más la verga de Rolando. Desesperada, le dio vuelta, montándose ella encima de mi concuño, y se lo cogió, como si estuviera poseída, hasta que se estremeció todita por un tremendo orgasmo que le sobrevino.

-¡Que cogidota me has dado!, Rolando, que rico.


Continúa...

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ESTUDIO CIENTIFICO
Un científico norteamericano descubrió con sus estudios que las personas que no tienen suficiente actividad sexual leen los e-mails y/o los Post con la mano posada en elMouse…. Aguas¡¡¡¡
chido666 no está en línea   Responder Citando
 
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